China y EE UU no aflojan y se cruzan con nuevos aranceles

WASHINGTON

EE UU comenzó a aplicar ayer aranceles de 25% a productos de China por 16.000 millones de dólares, provocando represalias inmediatas de Beijing, en momentos en que ambos países retomaban en Washington negociaciones con el objetivo de frenar la guerra comercial.

China anunció de inmediato “represalias necesarias” a esta nueva batería de aranceles, que elevó a 50.000 millones de dólares los bienes chinos gravados por Washington, imponiendo tarifas de 25% a productos estadounidenses por 16.000 millones de dólares, anunció la agencia de noticias Xinhua.

Los gravámenes chinos entraron en vigor exactamente un minuto después de los nuevos aranceles estadounidenses, agregó la agencia. Entre los cientos de productos estadounidenses afectados figuran las emblemáticas motos Harley-Davidson y el jugo de naranja.

China se opone “firmemente” a los nuevos aranceles aplicados por Washington, según un comunicado del ministerio de Comercio.

El secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross afirmó el miércoles que China no será capaz de continuar con las represalias al mismo ritmo que EE UU. “Naturalmente, ellos responderán un poco. Pero por ahora, nosotros tenemos más balas que ellos. Ellos lo saben”, dijo Ross. “Tenemos una economía mucho más fuerte que ellos. Ellos también lo saben”.

EE UU, que acusa a China de prácticas comerciales desleales, tiene bajo la manga la imposición de aranceles a otros bienes chinos por unos 200.000 millones de dólares y la aplicación de una tasa de 25% a los autos importados para proteger la producción doméstica.

La escalada se produjo poco antes de la segunda jornada de negociaciones en Washington entre estadounidenses y chinos para intentar poner fin a la guerra comercial entre las dos grandes potencias económicas mundiales.

Trump aplica una agresiva política proteccionista para reducir el déficit comercial estadounidense al cual atribuye la destrucción de empleos en su país.

Sin embargo, los socios comerciales de Washington aplicaron medidas de represalia que dañan a productores agrícolas, fabricantes y consumidores estadounidenses. Miles de grandes y pequeñas empresas e industrias estadounidenses reclamaron a Trump que reconsidere su política comercial porque los perjudica. (AFP)