El Xeneize se ilusiona gracias a su poderío ofensivo y ya está en Cuartos

Boca le ganó 4 a 2 a Libertad y pasó la serie de octavos de final de la Libertadores sin despeinarse. Cuenta con uno de los mejores ataques del continente, pero volvió a dejar dudas en el plano defensivo

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Boca también se anotó anoche en la pelea por quedarse con el máximo trofeo continental. Superó 4 a 2 a Libertad de Paraguay (fue 6 a 2 en el global por la victoria de la ida en la Bombonera) y se metió en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, donde se verá las caras con Cruzeiro de Brasil.

El partido, en el que no pudo ingresar al campo Guillermo Barros Schelotto por suspensión (el DT principal fue su hermano Gustavo) sirvió además para que tomara confianza Carlos Tevez, quien ingresó en el complemento y pudo anotar un gol. Los otros, fueron obra de Pavón, Zárate y el colombiano Cardona.

La victoria azul y oro, además, marcó el retorno de Darío Benedetto al plano oficial, tras nueve meses de parate. El Pipa lo hizo en un nivel más que interesante.

El bicampeón argentino mostró dos caras, por un lado, la de un poderío ofensivo notable, que pone a su ataque entre los mejores del continente. Y, por otro, la de un fondo que sigue sin dar todas las garantías necesarias para luchar por el máximo trofeo. Tendrá que lograr un equilibrio en ese sentido.

El partido comenzó con un ritmo alocado. Libertad sabía que tenía que salir a quemar las naves por el resultado que se había dado en la Bombonera y mandó a toda su gente al ataque desde el pitazo inicial.

Esto, combinado con el dubitativo andar de la defensa boquense en el partido, generó la primera emoción en la noche de Asunción.

Libertad enarboló un ataque por la banda derecha, Paolo Goltz rechazó de manera defectuosa un centro que no llevaba tanto peligro y le regaló la pelota a Oscar Cardozo. El delantero, un especialista en esas lides, aprovechó el obsequio y puso el 1 a 0 para Libertad. Los paraguayos no hicieron más que desnudar las falencias de una defensa que sigue sin dar garantías de equipo candidato al título en la LIbertadores.

El local, con más ganas que fútbol, supo generar problemas en la última línea del actual bicampeón de la Superliga. Sin embargo, la contrapartida del mal desempeño defensivo boquense fue el correcto desempeño de los jugadores de ataque. Es allí donde los de azul y oro pudieron emparejar un partido que debía ser un trámite y les generó más de un disgusto en el fondo.

A los 19 minutos se enchufaron todos los hombres de buen pie de Boca y llegó el 1 a 1 parcial. Zárate puso una gran pelota al espacio, donde capturó Darío Benedetto -que volvió en buen nivel- para ceder una gran asistencia a Pavón, quien remató a placer para empardar la historia.

Y tan sólo tres minutos después Mauro Zárate desbordó por la banda izquierda, para luego definir por encima del portero Rodrigo Muñoz. Era el desnivel transitorio y la confirmación de una fuerte sensación: Boca genera una sonrisa al atacar y una mueca de preocupación a la hora de defender.

Cuando Boca daba indicios de encarrilar el partido (la eliminatoria nunca corrió riesgos) llegó otro error del fondo y el empate de los paraguayos.

Centro desde la derecha del ataque de Libertad y falta de Leonardo Jara a Matías Espinoza dentro del área. Penal canjeado por gol de Cardozo y la historia se puso 2-2, cerca del epílogo del primer acto.

La etapa complementaria mostró, una vez más, fisuras en la defensa boquense. Los problemas estructurales se vieron en la mitad de la cancha y, en consecuencia, los locales llegaron con pelota dominada hasta la última línea de Boca.

Con el paso de los minutos, a sabiendas de que era casi imposible dar vuelta la serie, Libertad se quedó sin nafta y Boca apostó por las variantes.

Los Mellizos le dieron un buen rato en campo a Tevez y el delantero cumplió con lo suyo: el gol. Carlitos había entrado peleado con la pelota, pero en la primera que tuvo, la mandó a guardar. Fue el 3-2 para tomar confianza y dejar en un segundo plano los problemas atrás.

Boca siguió buscando hasta el final, tanto que en el minuto 33 Nández sufrió un penal, que luego transformó en gol con una definición magnífica Cardona. Fue el 4 a 2 y una victoria abultada, que le da confianza y chapa de candidato al Xeneize.

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