Paro contundente, movilizaciones y profundo dolor en el día después de la tragedia de Moreno
Edición Impresa | 4 de Agosto de 2018 | 02:34

Un paro docente casi total, al que se sumaron no pocas escuelas privadas y, en el caso de La Plata, los colegios de la Universidad, fue la demostración del impacto que provocó en la comunidad educativa la trágica muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, vicedirectora y auxiliar de la Primaria 49 de Moreno, a causa de una pérdida de gas por la que habían realizado 8 reclamos. Ocho, sin respuesta.
Mediante su Facebook, la gobernadora María Eugenia Vidal se expresó por primera vez y brevemente acerca del tema. “También para mí estos son días de duelo” y “vamos a aclarar como siempre todo lo que sea necesario”, expresó.
Habló el gasista “responsable” que envió el Consejo Escolar. También el interventor de ese cuerpo, desde hace 10 meses a cargo de la cartera educativa provincial. Invadieron la TV “especialistas” analizando el caso puntual. Pero los docentes que ayer pararon, y en muchos distritos se movilizaron pidiendo “justicia”, reiteraron una y otra vez, como lo vienen haciendo desde hace años, que los graves y muy graves problemas edilicios en las escuelas son crónicos. Y sus causas, estructurales. Como dijo la maestra Gloria ayer a este diario, durante la marcha de antorchas en calle 7: “Vivimos expuestos a accidentes en las escuelas”.
En la ciudad del Conurbano oeste, en tanto, se mezclaron las protestas y las profundas muestras de dolor que dominaron las despedidas de la docente y el auxiliar docente. “Ella era pura vocación. Organizó por su cuenta un taller los sábados para que los chicos vinieran a la escuela y se aseguraran una comida al día”, dijo una compañera de Sandra. La figura de una luchadora innata por la escuela y sus alumnos surgió en cada testimonio. Al igual que la descripción de Rubén como una persona “muy solidaria” que los niños “adoraban” (ver aparte).
El hermano de Rubén, Diego Rodríguez, afirmó que “murió por la desidia de gente que hizo mal su trabajo, y de quienes tendrían que haber controlado”.
Contó que “el único funcionario que se acercó fue el intendente municipal junto a concejales”, y lamentó que “del gobierno provincial no vino nadie”.
Quien el jueves fue hasta la escuela, el subsecretario de Educación bonaerense, Sergio Siciliano, vivió un momento muy duro cuando se cruzó con la esposa de Rubén Rodríguez. Sin levantar la voz en ningún momento, la mujer -docente de la escuela 45 de Moreno- le pidió “por favor” que hicieran “las cosas bien”. “Yo este año tuve que sacar a 400 alumnos a la calle porque también tuvimos problemas con el gas. Hagan los controles que tienen que hacer, y dejen de hablar de la grieta, dejen de hablar pelotudeces”, le reclamó.
En diálogo con EL DÍA, Siciliano comentó que fue “a escuchar, a acompañar, a dar la cara”, aunque reconoció que “ninguna respuesta puede contener tanto dolor”.
Su jefe, el director general de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, recién ayer habló con los medios y pidió “no politizar la situación”.
Hay edificios que no se han mantenido por décadas; nosotros estamos con cifras récord de inversión”
Gabriel Sánchez Zinny, Ministro de Educación provincial
Esto sucede por una negligencia, un mal control de las autoridades; había denuncias y nadie se hace responsable”
Diego Rodríguez, Hermano del auxiliar fallecido
En esa línea también se expresó Vidal, quien, en el segundo párrafo de su mensaje en redes sociales puntualizó: “Por respeto al duelo de las familias de las víctimas, y para evitar la utilización política que veo en ciertos sectores sobre esta tragedia, me mantengo en silencio hoy, pero vamos a aclarar, como siempre, todo lo que sea necesario”.
Entre los seguidores de la gobernadora en Facebook hubo, desde ya, mensajes de apoyo, pero en igual medida los hubo críticos. Estos últimos hicieron hincapié, en líneas generales, en la necesidad de no realizar “ajustes en educación”.
El tema de las responsabilidades estuvo presente durante toda la jornada. Y es que los 8 reclamos de la dirección de la escuela por fugas de gas que no fueron atendidos resultaron “historia conocida” para cientos de docentes y directivos que pasan meses esperando reparaciones que, si llegan, lo hacen “en forma de parches, se vive emparchando y lo venimos denunciando hace tiempo”, subrayó la titular de la Feb de Moreno, Zulema Vilte.
“Sólo artefactos”
El Consejo Escolar de Moreno está intervenido por Educación de la Provincia -de la cual depende en forma directa- desde octubre pasado. La intervención tuvo que ver con una “malversación de fondos” con el sistema alimentario.
El gasista matriculado contratado por el Consejo para ocuparse del reclamo -mejor dicho, de los ocho reclamos- de las autoridades de la escuela 49, brindó ayer declaración ante la fiscal de la causa. “El mantenimiento que hago no contempla fugas de gas en cañerías, sólo la revisión de los artefactos”, le dijo. Una versión que abrió un sinnúmero de interrogantes sobre la cadena de responsables.
“Revisé los aparatos y no detecté anomalías”, aseguró. Eso fue el miércoles. El jueves, a las 8,06, Sandra Calamano lo llamó para decirle que seguía sintiendo olor a gas y que estaba evaluando suspender las clases. “Le dije que podía ir a las 9 y colgué, pero al minuto la quise volver a llamar. No me contestó. Cuando llegué al colegio me encontré a la policía. Me dijeron que había explotado una garrafa y que había muerto la vicedirectora”, añadió. ¿Habrá un antes y un después de la escuela 49 de Moreno?
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