“La capacidad de asombro no se va a perder a pesar de la evolución tecnológica”

Con más de treinta años de trayectoria dentro del universo del ilusionismo, el Mago Emanuel está convencido de que la magia es una disciplina que va a perdurar en el tiempo porque, aún hasta el más descreyente, que se interna en la web tratando de resolver tal o cual truco, termina rendido en su arte: producir, apelando a ciertos recursos, resultados contrarios a las leyes naturales.

“La rebelión de los sentidos” es el nombre de la propuesta con la que Emanuel desembarcará este viernes, desde las 21 en La Nonna, 3 esquina 47, un espectáculo de “humor y magia visual, para toda la familia”, con el que promete diversión de cabo a rabo.

“Es un espectáculo meramente interactivo, donde la magia ocurre en el escenario y en la platea, en la mano de los espectadores”, reconoce el reconocido ilusionista y habla literalmente: Emanuel, según anticipa, sorprenderá al público haciéndole flotar cosas en sus manos, “en vivo y a toda luz”, provocando reacciones de sorpresa que, sostiene, “son increíbles”.

“La capacidad de asombro nunca se va a perder a pesar de la evolución tecnológica”, reflexiona Emanuel, y se mete en el terreno virtual.

“La tecnología, que hace que muchos se metan en internet para conocer trucos, desafía al artista a generar algo diferente para atraparlos”, remarca el artista quien, de todos modos, hace uso de los recursos tecnológicos disponibles y los pone “al servicio de la magia” generando juegos e ilusiones modernas, con celulares, tablets y proyecciones.

“Como va evolucionando la vida, también evoluciona la magia”, dice Emanuel, y cuenta de qué va propuesta con la que llegará a La Plata, y con la que durante el verano pesado hizo temporada en Villa Carlos Paz.

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“La rebelión de los sentidos” propone una selección de los mejores juegos del ilusionista, aunque mechados y complementados con humor y stand up.

Acompañado por una simpática asistente, con la que el mago despuntará el vicio de la comedia, cansando de los problemas que en el escenario le ocasione quien lo debería ayudar, el show plantea una participación esencial del público, aunque sin exposiciones, esas que a muchos le repelen. Se trata, aclara, de una propuesta blanca, para todos los públicos interesados en escaparse un ratito de la realidad.

Música e ilusiones visuales terminan de completar el espectáculo que, además, incluye juegos de magia con personas que no están en el teatro, toda una novedad que anticipa Emanuel.

Como va evolucionando la vida, también evoluciona la magia”

Entre acto y acto, el humor oficial como hilo conductor del show, aunque también sus relatos de situaciones y anécdotas de viajes y experiencias, donde fue aprendiendo magia e historias.

Con 32 años de profesionalismo en el universo mágico, un interés que nació luego de que su familia le regalara esa clásica cajita mágica que se compra en las jugueterías, y que continuó más formalmente tomando clases en la escuela de Fumanchú, primero, y particulares, después, Emanuel asegura que nunca se tomó el trabajo de contar cuántos trucos tiene en su repertorio aunque se anima a algunas cifras: “Grandes ilusiones tengo 40 y después trucos de mano, pequeños, de prestidigitación, de cartas o efectos más pequeños, puedo llegar a tener mil”.

En relación a cómo encara el diseño de cada show, y de cómo selecciona el tipo y la cantidad de juegos o ilusiones a interpretar en cada función, se sincera al revelar un motivo que, en primera instancia, podría sonar egoísta, aunque en el buen sentido: “Primero elijo algo que me haga sentir bien a mí, y después estudio si eso que elegí le va a gustar a los espectadores”. El estudio, claro, lo hace Emanuel en los eventos privados en los que, de a uno, sin hacer demasiado “ruido”, va tirando las novedades para analizar la repercusión de la gente. Si gusta, lo incluye. Si no, afuera.

Dice que es en los eventos privados, en donde no esperaban verlo, en donde más se topa con gente a la que la magia no le interesa. Y ese público lo motiva a hacer que esa gente cambie de opinión: “El desafío es tratar de convencerlos y demostrarles que la magia es interesante y es divertida, y se puede hacer diferente al concepto que en general se tiene, de un truco atrás del otro”.

En este sentido, en relación a los beneficios de la magia, asegura que “lo visual sorprende y te lleva a un lugar que pone a la imaginación a trabajar y donde creés que todo es posible”. Ser parte de esta sensación, en este contexto, nunca puede hacer mal.

Perfeccionándose siempre, para dar lo mejor en cada show, Emanuel dice que está conectado con todo lo que pasa en el mundo de la magia internacional, tratando de siempre mostrarse renovado, con juegos con los que busca incentivar las sonrisas a través de la sorpresa.