Protestas y desvíos pusieron en jaque el tránsito en distintas zonas de la Ciudad

Un miércoles caótico vivieron miles de conductores de autos, motos, micros, taxis, remises, combis y, por qué no, peatones. Una jornada para el olvido. En la que todo el mundo llegó tarde a sus compromisos. Entre protestas, clases públicas y la invasión de la doble fila, fue un infierno transitar la Ciudad y no hay señales de que esto pueda cambiar, por la cantidad de protestas que se realizan semanalmente y la falta de ideas para ordenar la situación vial planteada.

A su vez, semejante cantidad de cortes ya genera serios perjuicios en diferentes sectores, por ejemplo en los taxistas, que si hacen 10 viajes en la jornada se sienten “satisfechos”, aunque con “el bolsillo cada vez más flaco porque no alcanza para comer”, según aseguran desde uno de los sindicatos de choferes de los coches de alquiler.

Todo arrancó bien temprano, con un corte en la subida y la bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires, inaugurando la jornada de piquetes que por varias horas mantuvieron sitiada a la Región.

El bloqueo en el ingreso y egreso a la Autopista fue llevado adelante por empleados del Astillero Rio Santiago, provocó numerosos inconvenientes.

Según apuntaron desde ATE, “en el marco del paro nacional y provincial desarrollado ayer, en conmemoración del Día de la Industria Naval, miles de trabajadores del Astillero Río Santiago realizaron un corte en la subida y bajada de la Autopista a Buenos Aires y luego compartieron un acto en el centro platense, junto con los sectores que protagonizaron el resto de los piquetes, a metros de la Casa de Gobierno y de la Carpa de la Resistencia que se mantiene instalada en la plaza San Martín.

El secretario General de ATE Ensenada, Francisco Banegas, remarcó el Astillero no va a cerrarse ni privatizarse. Entonces, quieren vaciarlo y que los trabajadores no tengan nada que hacer”.

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Además del corte en la Autopista, también hubo piquetes desde las 8 en: 520 y Ruta 36 impulsado por la Corriente Clasista Combativa y AsoMA (Asociación de Medieros y Afines); y en Camino Centenario y 511. En ambos casos las manifestaciones fueron levantadas alrededor de las 11.15.

Todo arrancó muy temprano con protestas en la Autopista, la ruta 36 y la avenida 520

Luego, todos los sectores confluyeron en un acto en 7 y 50. En las inmediaciones resultó imposible circular y los desvíos se transformaron en una pesadilla.

Pero a la protesta de Astillero también se sumaron clases públicas en diferentes puntos de la Ciudad: 122 y 50; 60 y 116; 1 y 47 a 50,

En defensa de la educación pública y el pedido que se declare la emergencia edilicia por el estado que presentan las escuelas, más una serie de reclamos de mayor presupuesto para las universidades, las calles se tornaron en una misión imposible.

Alumnos y profesores de Humanidades y Psicología realizaron clases públicas en 122 y 51, mientras que en Ciencias Naturales replicaban la protesta en 122 y 60, por lo que la situación del tránsito en ese sector que conecta a Berisso, Ensenada y La Plata era realmente caótica.

A su vez, estudiantes de Ciencias Exactas realizaban clases públicas sobre la Avenida 1 en el tramo que abarca desde 47 a 50.

En este contexto, los inspectores de Control Ciudadano no dieron abasto con la demanda de orden que hubo en buena parte de la jornada. En muchos casos, recibieron agresiones verbales de los conductores que circulaban por las zonas afectadas ante la falta de un mínimo de organización que permitiera garantizar cierto grado de circulación.

“AFECTA AL BOLSILLO”

Juan Carlos Berón, titular del sindicato de conductores de taxis de la Ciudad, puso en números la preocupación de los choferes de coches de alquiler: “un día como hoy, con tantas protestas, el máximo de viajes que podés hacer será de 8 ó 10. Un día normal se hacen 15 viajes, y un día espectacular pueden llegar a 20. Tenemos tres o cuatro días a la semana con este panorama de cortes y de este modo se resiente el bolsillo porque las recaudaciones caen abruptamente y no alcanza para comer”.

“No queremos oponernos al reclamo de los trabajadores, pero pedimos un poco de organización y sentido común a la Municipalidad para que ponga un poco de control que permita trabajar a cientos de trabajadores. La mayoría de nuestros viajes se hacen desde el centro a la periferia y situaciones como la de hoy -por ayer- nos impiden trabajar, con todo el perjuicio que esto provoca”.

También padecieron los cortes quienes circularon en micro, porque hubo tantos desvíos que los viajes se extendieron mucho más de lo habitual. Hubo casos en los que un viaje de 15 minutos se pudieron hacer en más de media hora, según distintos testimonios que se recibieron en este diario durante la jornada de ayer.