Pampa Yacuza, siempre para adelante, nunca para atrás

Pampa Yakuza vuelve a La Plata: la caravana de la banda de Liniers parará en la Ciudad esta noche, para mostrar en la sala de 49 entre 4 y 5 sus viejos himnos y sus nuevas canciones, con el reggae como principal bandera e incorporando otros ritmos como la samba, el candombe, el carnavalito, la chacarera y rock, para brindar un show “con buena energía”.

“Hacía un rato largo que no veníamos”, reconoce Hernán Saravia en diálogo con EL DIA, recordando los shows que daban los Pampa en los albores de su carrera, shows en salas desaparecidas en los primeros años del nuevo milenio. Los tiempos han cambiado y, de hecho, el combo llegará a la Ciudad con nuevos temas, pero sin un nuevo disco en las gateras, acorde a los tiempos de Spotify.

“Es que hacer un disco hoy conlleva un montón de presupuesto: pero la realidad es que la banda quería salir a contar canciones, y encontramos esta vuelta, sacando simples”, dice Saravia, para quien el método permite que las canciones respiren, se vayan escuchando, en tiempos donde “nadie se está sentando con tiempo para escuchar: hoy escuchás la canción en el medio del tráfico, haciendo otras cosas, y llegás al estribillo y te aburriste”.

La banda procura así “acomodarse, porque hacer siempre la del salmón no se puede”: a la del salmón está acostumbrado Pampa, nacida en la sombra del 2001 y que recientemente sufrió la partida de dos integrantes: lanzar canciones fue también una manera de “no frenar a hacer un duelo”. Porque para Pampa Yacuza siempre hay que seguir, porque “tenemos un gran amor por el grupo y las canciones, indisoluble: puede pasar la mayor catástrofe en el país, y la vamos a sobrellevar haciendo canciones. Porque es lo que nos mueve”.

“De hecho, arrancamos en el 2001”, recuerda Katz: el primer trabajo se llamó “Carnaval para tu desconsuelo”, lanzado en medio de la crisis del 2001 y con un título que resume la identidad de la banda: “Es que cuando todo salta por los aires, tenés que hacer algo”, dice la voz de Pampa. El estallido, para ellos, salió en forma de música. ¿Es lo que nos salva del naufragio, o lo que suena mientras se hunde el Titanic? Las dos, dicen los dos: “A nosotros, nos salva y nos da alegría. Si me hundo, me hundo haciendo música”