Menem utilizó a Perico y Rodríguez Saá a Necochea

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Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, recibieron esta semana, en la Casa de Gobierno, al reelecto Pedro Dellarossa, intendente de la localidad de Marcos Juárez, Córdoba.

Marcos Juárez no es un distrito con peso electoral, solo cuenta con 23 mil habitantes. Pero el triunfo fue simbólico. En 2014, la victoria de Dellarossa significó el principio de la alianza del PRO junto al radicalismo, y que luego se conformó bajo el nombre de Cambiemos.

Además, festejar este tipo de victorias está en la identidad de la política argentina.

En 2013, la expresidenta Cristina Kirchner no reconoció la derrota legislativa y dijo: “Por primera vez ganamos en la Antártida” y en la “comunidad QOM”.

Carlos Menem también utilizó en 1997 a una desconocida localidad jujeña para transmitir optimismo. “Ganamos en Perico”, festejó el exmandatario en referencia a una pequeña localidad de Jujuy, en medio de una dura derrota del Partido Justicialista en todo el país.

También el puntano Adolfo Rodríguez Saa utilizó este recurso cuando en las elecciones de 2003 dijo que había triunfado en la “mesa 86 de Necochea” que es “un lugar testigo” de la provincia de Buenos Aires”.

Un poco más lejos, en 1983, Deolindo Bittel, compañero de fórmula de Italo Luder en el PJ, había puesto en duda el triunfo del radicdal Raúl Alfonsín en las elecciones de ese año. “Faltan los votos de Chaco”, dijo Bittel, oriundo justamente de esa provincia.

Una frase similar había utilizado el ex presidente Néstor Kirchner en junio de 2009, cuando lo derrotó Francisco De Narvaez. En su bunker del hotel Intercontinental, ante sus colaboradores, dijo que no reconocería la derrota “hasta que ventan los votos de La Matanza”.

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