Tito Capobianco

A los 87 años murió Tito Capobianco, reconocido platense que tuvo una destacada trayectoria en el mundo de la lírica, fue director de teatro y ópera y su prestigio trascendió a nivel internacional.

Había nacido en La Plata el 28 de agosto de 1931, fue hijo de italianos inmigrantes, aspiró a seminarista, barítono, actor y bailarín hasta encontrar su vocación como director de escena lírica.

Sus inicios profesionales como director estuvieron ligados al Teatro Argentino de La Plata, donde dirigió Aida, en 1953.

Tiempo después trabajó en la Ópera de Philadelphia, con Carmen en 1964, hito que marcó su carrera en los Estados Unidos, donde obtuvo numerosos reconocimientos profesionales.

En 1965 debutó en Nueva York con Les contes d´Hoffmann en la New York City Opera. En ese espacio también dirigió importantes producciones, como el Don Rodrigo de Alberto Ginastera con Plácido Domingo.

Además fue director de la Opera de Pittsburgh, Pennsylvania, y dirigió compañías en Cincinnati y San Diego, Estados Unidos.

LE PUEDE INTERESAR

Actividades

LE PUEDE INTERESAR

Efemérides

En San Diego fue el creador del primer Verdi Festival del Mundo. Fundó la Juilliard Opera Center y fue profesor de actuación, interpretación y puesta en escena de las Universidades de Yale y Duquesne.

Durante su reconocida carrera tuvo innumerables producciones a su cargo de ópera, teatro y televisión realizadas en Europa, América y Australia.

Debido a su talento recibió numerosos reconocimientos como condecoraciones de los gobiernos de Italia y Francia.

Además las autoridades del Estado de Pennsylvania lo premiaron como el artista del año.

En 2000 la Asociación Internacional Giacomo Puccini de Nueva York lo nombró mejor director de la década. También recibió dos diplomas al mérito de los Premios Konex en 1989 y 1999 por su trayectoria como Régisseur.

A los 72 años regresó al país para asumir un nuevo desafío, la dirección del teatro Colón, pero el teatro lírico atravesaba conflictos que no pudo enfrentar y al año presentó su renuncia para regresar a Estados Unidos.

Estuvo casado con la bailarina Elena Denda, de la unión nacieron sus dos hijos, Renato y Danilo.

En los últimos tiempos batalló contra una dura enfermedad, pero sus allegados destacaron que, además de su idoneidad profesional, fue un padre y abuelo ejemplar, un hombre con valiosas cualidades humanitarias.