Intervino la Iglesia y se levantó la toma de Economía
Edición Impresa | 20 de Septiembre de 2018 | 02:04

Luego de 15 horas de tensión, y tras la intervención del Arzobispado local, los trabajadores del Astillero Río Santiago de Ensenada levantaron a primera hora de ayer la toma en el ministerio de Economía bonaerense.
La decisión de abandonar el edificio de la calle 8 entre 45 y 46 se tomó a pasada la una de la madrugada, luego de la firma de un acta acuerdo entre dirigentes gremiales y el ministro de Gobierno de la Provincia, Joaquín De La Torre, que ofició de negociador.
De acuerdo a lo que informó el gremio, el Gobierno firmó el acta comprometiéndose a dar respuestas a los recalamos planteados por los trabajadores. En ese punto, indicaron que la administración de María Eugenia Vidal se comprometió a “suspender los descuentos que venía haciendo a algunos operarios mientras se hace una mesa de concertación y se va a resolver la provisión de los suministros”, otro de los reclamos del Astillero.
La toma se había iniciado el martes pasadas las 10, cuando desde el gremio decidieron ocupar el edificio para exigir ser atendidos por el ministro Hernán Lacunza. El titular de Economía, en tanto, sostuvo durante toda la jornada que solo los recibiría si abandonaban el edificio.
Ayer, tras la toma, el funcionario explicó que ordenó inventariar la sede de Economía para radicar una denuncia penal, tras la toma.
“Treparon las rejas, invadieron todas las oficinas, a los empleados los intimidaron, hubo algunos daños”, señaló el funcionario.
Lacunza subrayó que la gobernadora María Eugenia Vidal garantizó que no cerrará el Astillero ni despedirá a trabajadores, pero advirtió que quiere es “que se terminen ciertos privilegios” remarcando que la fábrica “hace diez años que no hacen ningún barco”.
De acuerdo a fuentes oficiales, el ingreso de unas 700 personas se produjo “por la fuerza y amenazando a los empleados”.
Los gremios que tomaron la sede de Hacienda provincial denunciaron que la empresa no estaba proveyendo los insumos necesarios para el funcionamiento de la compañía y que se estaban violando parte de los convenios colectivos.
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