En el mejor momento desde su regreso

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Por lo mostrado hasta ahora en la presente edición del Abierto de Estados Unidos, Juan podría considerarse favorito. Cedió un sólo set -en un tie break ante Isner-, lució en gran nivel, sacó con consistencia, martilló con su derecha y recuperó solvencia con el revés. Dominó a todos sus rivales y no se desgastó.

“No sé si estoy jugando mi mejor tenis, pero realmente me siento muy bien”, remarcó el argentino, que igualmente aclaró que deberá levantar aún más su rendimiento para poder superar a Nadal.

El número uno del mundo, en cambio, no pudo encontrar la consistencia de su juego y sobrevivió en el torneo por su capacidad para no rendirse nunca. La pasó muy mal ante Khachanov, sufrió un poco ante el georgiano Nikoloz Basilashvili y ganó “porque la moneda cayó” para su lado, según sus propias palabras, ante Thiem.

“Será un gran desafío. Es un partido en el que los dos nos conocemos muy bien y sé que está jugando muy bien. Tendré que jugar al más alto nivel para seguir teniendo posibilidades de éxito y estoy centrado en intentar que eso suceda”, expresó el máximo preclasificado.

Si algo demostró Nadal en sus años de carrera es que hasta que no lo eliminan de un torneo o le ganan un partido, no hay que darlo por perdido. Y en esta edición del US Open todavía no lo hicieron. De los momentos difíciles Nadal se retroalimenta y se pone cada vez más peligroso para sus rivales.

 

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