La Plata, anclada en París: artistas locales tocarán música argentina en la Ciudad de la Luz

“Se alinearon los planetas”, explica el barítono Sebastián Sorarrain sobre la génesis del festival Carte Blanche à la Musique Argentine que tendrá durante tres jornadas a cinco platenses interpretando la obra de reconocidos compositores argentinos, pero lejos de su ciudad de origen: la cita será en París, epicentro de la cultura europea y ciudad que ha apreciado la música argentina, particularmente el tango, aun cuando los artistas eran expulsados de su patria.

Las tres veladas, en las que se presentarán Sorarrain, los pianistas Juan Pablo Scafidi, María del Carmen Calleja y Lia Rezkala Konias y la soprano Natalia Salardino, se darán en el parisino teatro de L’Ile-Saint-Louis: su director le ofreció una fecha a Rezkala Konias, habitante de París, y “se dio que estábamos todos por allá”, explica Sorarrain: algunos viajaban a estudiar, otros viven en el Viejo Continente. Y así comenzó a gestarse esta fiesta de la música argentina que es también, para el quinteto, una excusa para compartir una amistad forjada a dos puntas, en La Plata y en París, durante sus años formativos en ambas ciudades.

“París en particular tiene esa cosa melancólica que tiene mucho que ver con el tango”

Auspiciado por la Cancillería Argentina, la Embajada Argentina en Francia y la Asociación Argentina de Compositores, el festival que se desarrollará el 24, 30 y 31 de enero tendrá al quinteto, en “todas las combinaciones posibles”, durante tres jornadas recorriendo la obra de compositores nacionales desde principios del siglo XX a algunos que están en actividad, de Ginastera y Piazzolla a Guastavino y Williams.

“Podríamos haber interpretado a otros compositores, pero sentimos que teníamos que defender esa música: si no la difundimos nosotros, ¿quién?”, cuenta Sorarrain sobre estos nombres que “no están instalados en el repertorio internacional” a pesar de su gran calidad, simplemente porque pocos los defienden, con sus voces y sus instrumentos, frente al repertorio clásico europeo.

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Y muchos de esos compositores, incluso, se formaron en Francia, explica el barítono: los lazos culturales entre Argentina y París son estrechos y se extienden a lo largo de todo el siglo XX y hasta hoy, donde la comunidad de argentinos crece cada día.

Pero más allá de la presencia de criollos que sienten aquellas músicas como propias, “es el propio público francés el que tiene una conexión especial con el tango”, dice Sorarrain. “París en particular tiene esa cosa melancólica que tiene mucho que ver con el tango. Hay una relación muy estrecha entre París y Argentina, particularmente con los intelectuales, y es algo que viene de mucho antes. Gardel triunfó en París”.

El quinteto se reúne para este festival de tres días por azar o destino, pero Sorarrain afirma que tras la fortuita reunión planean llevar el espectáculo a Buenos Aires. “Quizás en marzo”, dice, y adelanta que en La Plata será “difícil”, porque “no es fácil que haya salas”.

“La Plata tiene muy pocas salas en condiciones, con los pianos en condiciones”, opina, y es esa falta de espacios la que ha provocado, agrega, “un drenaje del público (de la música clásica) en los últimos años: no hay salas, y ante la falta de salas se perdió la costumbre”.