River sufrió otro golpe Monumental, y tendrá que olvidarse de la Superliga

River completó anoche contra Unión otro de los partidos que había dejado pendiente en el campeonato oficial de Primera, durante la campaña que en 2018 desembocó en la inolvidable final por la Copa Libertadores, contra Boca. El fin de semana le había ido mal en el recuperatorio con Defensa y Justicia, que necesitaba aprobar para acortar la ventaja que lo separa de Racing en la tabla de posiciones.

Por eso, contra el Tatengue no tenía margen de error, pero de nuevo volvió a fracasar, desde donde se lo mire, y definitivamente se despidió de la Superliga, porque la distancia que lo separa del puntero parece imposible de descontar después de estas dos derrotas consecutivas, esta frente a un rival que no ganaba en el Monumental desde el año 2000.

Antes de que la pelota comenzara a rodar en el Monumental, por la fecha 12, hubo una serie de cuestiones que llamaron la atención:

1) El estado del campo de juego, en malas condiciones. Por lo menos curioso, teniendo en cuenta que Marcelo Gallardo levantó la pretemporada en Punta del Este justamente por el estado del piso de las canchas donde el plantel realizaría prácticas de fútbol.

2) La utilización del vestuario de socios por parte de la delegación Millonaria, por refacciones todavía en obra en el cambiador destinado al equipo local, también raro teniendo en cuenta la rigurosidad con que se mueve Marcelo Gallardo en esta clase de situaciones.

3) Lucas Martínez Quarta, por una fatiga muscular, quedó desafectado del equipo titular, y su lugar fue ocupado por el juvenil Kevin Sibille, que postergó al paraguayo Robert (“El Sicario”) Rojas, quien esperó en el banco de los suplentes con la camiseta número 2, la que vistió Jonatan Maidana.

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4) En la previa del partido de anoche se confirmó el acuerdo de River con Belgrano de Córdoba para la transferencia por 3.000.000 de dólares de Matías Suárez, el delantero que hoy se someterá a la revisión médica y firmará contrato hasta el 30 de junio de 2022.

El partido en sí, no sorprendió en lo referido a la actitud de uno y el otro. River se hizo cargo, con Ignacio Fernández por la derecha, Enzo Pérez como volante central y Ezequiel Palacios recostado sobre la izquierda; Juanfer Quintero de enganche... Pero sin la dinámica suficiente como para sorprender a un Unión agrupado en su campo y rápido para salir aprovechando la velocidad de Augusto Lotti, el goleador surgido en Racing que ganó protagonismo con los goles frente a Boca en el amistoso de pretemporada en Mar del Plata.

El conjunto de Nuñez, sin juego ni funcionamiento, había llegado apenas con un par de pelotazos largos, que no encontraron el arco, cuando a los 36 minutos Sibille pisó a Franco Troyansky en el borde del área, y más allá de los reclamos sobre si la falta fue adentro o afuera del área, Nicolás Lamolina no dudó al sancionar penal, y Franco Fragapane aseguró con un derechazo alto.

Las imágenes certificaron que la falta debió ser cobrada afuera, con un tiro libre para el conjunto santafesino, pero ni siquiera esta situación despertó a River, que siguió lejos de aquel equipo que el año pasado era inexpugnable en el Monumental. Nadie pudo imponer condiciones a partir del control de la pelota, motivo por el cual la noche continuó transitando a pedir de Unión, que a poco de comenzado el segundo tiempo incluyó a Maximiliano Cuadra, el juvenil de Racing que en el presente mercado de pases estuvo en la mira de Gimnasia como posible refuerzo.

Ni siquiera con los ingresos de Camilo Mayada y Nicolás de la Cruz pudo River encaminar una reacción, porque el arco le siguió quedando lejos, y para colmo de males, antes de cumplirse la primera media hora del complemento una corrida de Nelson Acevedo por la izquierda permitió un centro atrás que Diego Zabale mandó adentro.

Un gol en contra le permitió el descuento, pero no más que eso, porque siguió jugando mal.