Antonio Quijano

Pionero del desarrollo de la microelectrónica en el país; docente de dilatada trayectoria en la facultad de Ingeniería; Profesor Emérito de la Universidad Nacional de La Plata, causó un profundo dolor el fallecimiento de Antonio Quijano, quien nació y creció en Mercedes, provincia de Buenos Aires, pero terminó de formarse y se estableció para siempre en La Plata.

Hijo de Antonio Pedro Quijano, presidente de la Suprema Corte de Justicia, y de Dora Laffitte, había nacido el 6 de agosto de 1931. Se radicó en esta ciudad cuando su padre asumió el más alto cargo en el Poder Judicial bonaerense. Muy capaz en el plano intelectual, mostró desde pequeño una gran facilidad para aprender y un gusto especial por el estudio y culminó la educación primaria aprobando el último grado de manera libre. Ingresó al Colegio Nacional “Rafael Hernández” y se recibió de bachiller en 1949.

Se graduó en la carrera de Ingeniería en Mecánica Electricista de la UNLP. No bien obtuvo el título superior viajó a Francia, donde se especializó en electrónica. La experiencia en el país europeo la volcó, a su regreso a la Ciudad, a la creación del Centro de Técnicas Analógico Digitales -CETAD- en el departamento de Electrotecnia de la facultad local.

La enseñanza fue su mayor pasión y esa unidad académica platense su segundo hogar, según recalcaron sus familiares. Allí fue profesor titular de las cátedras de Circuitos Digitales y Microprocesadores y Arquitectura de Computadores II.

Declarado Graduado Ilustre de la UNLP. Integró las Academias Nacional de Ciencias, de Ingeniería de la Provincia y Nacional de Ingeniería. Colaboró, asimismo, con el Instituto Tecnológico Buenos Aires -ITBA-

Atento a las necesidades del prójimo, también realizó importantes aportes a la comunidad desde otras instituciones, como el Rotary Club La Plata Norte, entidad de la que fue uno de sus socios fundadores.

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