Agresiones, un presunto intento suicida, un subcomisario detenido

“Es tristísimo verla así, no sabemos si nos ve o nos escucha. La idea es pasarla a un tiempo de rehabilitación, porque todavía está internada en el hospital de Melchor Romero a causa de una bacteria intrahospitalaria”, reveló Miriam Keyneres sobre el estado de su sobrina, Gabriela, quien habría sido baleada por su novio, Alberto Herrera (44), un subcomisario que cumplía funciones en la dependencia de Ringuelet y al que vecinos y allegados a la familia acusaron de “tomar mucho y ponerse violento”. Un mes después de denunciarlo por violencia de género, a Gabriela la encontraron con un tiro en el cráneo y Herrera, que avisó al 911 aseguró que se había tratado de un suicidio. El hecho es investigado por la fiscal Cecilia Corfield y él fue detenido por “tentativa de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, agravado por mediar violencia de género”.

Aún con la herida latente, Miriam accedió a dialogar con este diario y dio su opinión respecto a la problemática de violencia de género que afecta a la Fuerza. “Yo creo que la sociedad no está evolucionando, todo lo contrario. La violencia está instaurada más que nunca por la total falta de límites que existe, a nivel social y legales”, sostuvo. Además, “la institución policial está formada por personas, igual que cualquier otra. Esto pasa en todos los niveles, lo grave de que sucedan dentro del ámbito de las Fuerzas es que sus integrantes están armados. Y eso vuelve mucho más peligrosa la situación”. Miriam resaltó que “dentro de la Policía no se hacen las pericias psicológicas correspondientes. El examen es muy superficial, en el caso de mi sobrina todos sabían que su pareja era un alcohólico y sin embargo nunca se tomaron medidas”.

Por otra parte, señaló que “los hombres en su mayoría (aunque las mujeres no están exentas de esto) consideran que legalmente no les pasa nada, piensan ‘si se me va la mano salgo (de la cárcel) al poco tiempo’, entonces no les importa la consecuencia de lo que hacen”. Asimismo, indicó que “yo no veo que la pobreza sea el ámbito principal donde se dan estos casos, hoy hay gente con un estado económico elevado que no tiene valores, no tiene la esencia de la familia y toman a su mujer como una propiedad”.

Para Keyneres, “las leyes están tratando de ajustarse a estos tiempos” pero “muchas veces no se cumplen” y eso “es parte integral del problema”. “Hay que ayudar a las víctimas”, finalizó.

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