Una disputa por una mujer terminó en un sangriento duelo a muerte con facas

A pocas horas de conocerse el brutal asesinato a cuchillazos de un joven en la zona de la Terminal de Ómnibus de La Plata, en Berisso un taxista murió por causas similares, en otro episodio violento que conmueve a la Región. Se trata de un hecho que se presentó como confuso, pero en poco tiempo se pudo esclarecer con la confesión del presunto homicida, quien en principio intentó hacer pasar el hecho como un robo.

Finalmente, José Rafael Gauna (58) terminaría confesando su rol y en las últimas horas fue detenido por “homicidio”.

El fatal encuentro tuvo lugar el domingo, cerca de las 20, en la cuadra de 8 entre 144 y 145. Pero, según refirieron compañeros de la víctima, identificada como Gustavo Luis Ovando (59), el enfrentamiento entre los dos implicados comenzó mucho antes.

UNA JORNADA LARGA

Conforme pudo averiguar este diario, Ovando habría tenido una relación sentimental con una mujer que tiempo atrás habría sido pareja de Gauna. Este habría sido el motivo principal del conflicto que derivó en la violencia del domingo.

Un compañero de la víctima aseguró que “el tipo -por Gauna- lo anduvo buscando todo el día, por 24 y 161 y en la parada 11 de taxis.

En esa intersección, siempre según el testimonio, se encontró con el dueño del auto que conducía Ovando y le dijo: “Cuando vea a tu chofer lo mato”. Horas más tarde tendría lugar la confrontación, en la esquina de 8 y 145.

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Los frentistas de la zona escucharon los gritos y salieron de sus hogares y chocaron con una escena demencial: los dos hombres se batían a duelo con cuchillos en plena vía pública. Hasta ese momento, la causa era incierta. Lautaro, cuya casa linda con la de Ovando, detalló que “empezaron a discutir en la puerta” de la vivienda y se fueron trasladando hacia 145. “Luis se metió adentro y salió con un cuchillo a correrlo hasta la esquina”, añadió.

Conforme a su declaración, Gauna ya portaba una suerte de faca. La pelea fue sin cuartel. El taxista sufrió varios cortes y, a los tumbos, regresó como pudo a su domicilio. El otro, con el arma blanca aún en la mano, escapó por calle 8, aunque no pudo ir muy lejos. En poco tiempo fue aprehendido por la Policía.

En el asfalto quedaron los rastros de la disputa.

En tanto, un patrullero arribó minutos después, en medio de la conmoción vecinal y el intento de los testigos para mantener al herido consciente.

Un llamado al 911 había alertado de un presunto robo, pero enseguida los efectivos se percataron de que la situación parecía ser otra.

Esa sospecha se hizo realidad con la detención de Gauna, quien primero refirió ante las autoridades y los frentistas que lo vieron en plena refriega, que la discusión se había originado debido al supuesto hurto de una moto de su propiedad. No obstante, la falsa coartada duró segundos y finalmente contó la verdad, indicó una fuente del caso.

Investigadores del hecho le dijeron a este diario que Ovando se encontraba sentado en la vereda, con la espalda apoyada en el portón de su casa. Sangraba profusamente por la boca y la parte izquierda del abdomen, que se tomaba con una mano. Debajo de su cuerpo hallaron un cuchillo con mango de madera, con una hoja de unos 15 centímetros.

Otros dos móviles se hicieron presentes. La ambulancia, afirmaron los testigos, “tardó media hora en llegar”. Ovando fue trasladado al hospital local, donde intentaron salvarle la vida. Las lesiones eran demasiado graves y además había perdido mucha sangre. Según el informe pericial, falleció producto de un “shock hipovolémico por herida ocasionada por arma blanca a la altura del abdomen”.

La causa fue caratulada como “homicidio” y quedó a cargo del fiscal Marcelo Romero (UFI Nº 6).

“ERA UN BUEN TIPO”

Un día después, en el barrio no salían del asombro. Con algo de miedo, algunos se animaron a relatar las partes del incidente que presenciaron y a hablar de Ovando, a quien calificaron como un “buen tipo”.

“Lo conocíamos porque tomábamos el taxi seguido. Era de Corrientes y vivía solo, me contó que se estaba por mudar”, manifestó Celeste, una de las vecinas de la cuadra.

Por su parte, una mujer que prefirió no ser identificada sostuvo que “lo conocíamos todos. Él alquilaba acá y no desde hace mucho. Fue una locura esto que pasó”.

Según fuentes, el supuesto asesino “estuvo buscando” a la víctima el día del crimen