El discurso combativo de Axel Kicillof hizo “ruido” hasta en las filas albertistas
Edición Impresa | 29 de Octubre de 2019 | 04:30

Axel Kicillof ya dio señales de que impondrá un estilo propio dentro de la coalición que lo acaba de catapultar a la Gobernación bonaerense. El discurso que dio el domingo a la noche en el comando de campaña del Frente de Todos, luego de que se confirmara su categórica victoria sobre María Eugenia Vidal, fue muy comentado por su extensión y el nivel de cuestionamiento a la gestión global de Cambiemos, lo que reiteró ayer en la conferencia de prensa que ofreció en La Plata. Con su estilo, pareció marcar la cancha sobre su futuro posicionamiento político y -para temor de algunos- que sospechan que esa se convierta en el tono de la transición.
De hecho, su intervención del domingo, desde el escenario de la victoria, fue mucho más confrontativa que la del propio presidente electo, Alberto Fernández, puesto que calificó como “tierra arrasada” a la provincia de Buenos Aires. El problema es que también utilizó esa expresión para describir al país entero desde lo que, a su juicio, deja a su paso la administración de Mauricio Macri.
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La apreciación de Kicillof fuera de los límites bonaerenses no dejó de llamar la atención en el búnker del peronismo reunificado, instalado en Chacarita. Incluso, en un pasaje de su discurso, se nota cierto gesto de Cristina como pidiéndole -se supone- que no exceda el tiempo pautado para cada alocución.
El discurso de Axel, en suma, despertó cierta incomodidad en el incipiente albertismo, aunque no malestar como había trascendido.
En el kirchnerismo elogiaron a Kicillof –al que consideran un genuino representante de Cristina-, mientras que en el massismo consideraron normal que el gobernador electo tomara protagonismo, ya que el Frente de Todos obtuvo su victoria más contundente en la Provincia. Sólo en la Tercera Sección le sacó más de un millón de votos a Juntos por el Cambio.
Ninguno de los sectores internos del peronismo reunificado lo admitió públicamente, pero el hecho de que Alberto haya ganado la Presidencia por dos millones de votos de diferencia con Macri, y que la mayoría de ellos proviniera del territorio bonaerense, define de movida las fuerzas relativas al interior del Frente de Todos.
Aunque en el peronismo reunificado rechazan la “sobreinterpretación”, lo cierto es que el mapa electoral dibujó esos contornos políticos.
Ahora, la incógnita pasa por saber que tono le pretenderá imprimir Kicillof al período de transición. Una primera impresión se podrá entrever esta semana si, como se espera, se produzca el encuentro con la gobernadora saliente María Eugenia Vidal.
Ayer, en conferencia de prensa, el gobernador electo habló firmemente de su intención de no hablar del pasado, pero dijo, “tenemos que conocer en profundidad los números con los que nos vamos a encontrar y la dimensión de la deuda de la Provincia.
Por ahora, lo que se sabe es que tanto desde el sector de Vidal como del Kicillof se trabaja en la conformación de los equipos de transición.
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