Ricardo Luis Collado

Ricardo Luis Collado fue un destacado médico de la Ciudad que se desempeñó en prestigiosas instituciones platenses, como por ejemplo, el Policlínico General San Martín, por eso la noticia de su fallecimiento provocó distintas expresiones de dolor.

Fue el hijo mayor de Luis Collado y Zeneida Victoria Rocco, había nacido el 15 de agosto de 1937, en Balcarce - Buenos Aires - y creció junto a sus hermanos Sylvia, Roberto y Celia. Comenzó sus estudios primarios en un colegio religioso de la localidad de Pigüé, luego hizo parte de la secundaria en un establecimiento de Coronel Suárez, pero cuando su familia se mudó a La Plata, los completó en el colegio San José.

Al terminar ese nivel, expresó un fuerte interés por la medicina e ingresó a la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. Al egresar se especializó en cirugía.

En su juventud, una de sus aficiones fue la pintura y sus hermanos recordaron que siempre tuvo buen gusto y talento en la realización de sus obras.

Ejerció la medicina clínica en muchos establecimientos de la Región, pero en particular se destacó su extensa trayectoria en el Policlínico General San Martín, en donde comenzó haciendo guardias y alcanzó cargos directivos.

También atendió muchos años en el Instituto Mater Dei, en el Hospital Italiano y en el Hospital Español.

En 1965 consolidó su proyecto de formar una familia junto a Susana Calandra, con quien forjó un vínculo de amor y confraternidad que se prolongó por 49 años, hasta la partida de su esposa.

En los primeros años el matrimonio vivió en la zona de Plaza Paso y, en los últimos, en la zona de 12 y 50.

Ricardo Collado fue un hombre sociable que también expresó un fuerte sentimiento hacia sus amigos y se reunió con ellos cada vez que pudo.

En particular tuvo un numeroso grupo de colegas a los que siguió viendo hasta que, por edad o enfermedades, les resultó imposible reunirse.

Sus allegados destacaron que Ricardo fue un hombre que nunca quiso trasladar las preocupaciones de su profesión a su entorno familiar. Por eso lo recordaron como alguien serio, responsable y muy reservado, algunas de las cualidades que mantuvo hasta sus últimos días.