Los adultos mayores, el segmento turístico que crece cada vez más en nuestro país

Si bien son un segmento históricamente postergado en muchos mercados, los adultos mayores dinamizan la industria del turismo a pasos agigantados y experimentan por estos días un verdadero boom que tiene incluso alcance global. Así, al menos, lo confirman distintos agentes de viajes y expertos en tercera edad, muchos de los cuales aseguran que, ante el aumento en la expectativa de vida, el nuevo perfil de abuelos y un cambio de paradigma sobre la tercera edad, la presencia de personas que pasaron los 65 y deciden dedicar esta etapa de la vida a viajar son cada vez más.

Con más tiempo libre y flexibilidad para viajar, los distintos agentes de viajes consultados coinciden en que este segmento de la población permanece en el exterior en cada viaje un promedio cercanos a los 20 días.

“Hace tiempo que el abuelo dejó de ser esa persona pasiva a la que estábamos acostumbrados”, asegura la gerontóloga Irma Mariani, y ejemplifica este cambio de tendencia en la nueva relación que existe entre las personas mayores y las nuevas tecnologías.

“El caso de las redes sociales acaso sea el más emblemático de todos -dice la especialista-. Basta con decir que ya existen plataformas creadas especialmente para este grupo etario y las empresas de marketing online les prestan año tras año mayor atención. Otra confirmación de este fenómeno es sin duda la creciente cantidad de abuelos que se forman a través de cursos a distancia y que tienen a la computadora como su herramienta de todos los días, casi al igual que los jóvenes”.

“Todavía hay determinados prejuicios sobre las posibilidades de socialización informática de las personas mayores -apuntan por su parte desde el Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores de la UNLP (Pepam)-, pero estos cursos y la gran participación que tenemos confirman el boom y representan a su vez una experiencia pionera a nivel mundial”.

Quienes tienen más de 65 años y no cuentan con obligaciones laborales o familiares, corren con la ventaja de poder viajar en cualquier época del año, con mejores tarifas y tiempos flexibles. Así, apuntan los propios agentes turísticos que observan el fenómeno, eligen paquetes turísticos y mayormente cruceros, modalidad que les permite conocer varios países en un contexto seguro y sin mayores complicaciones.

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“Los adultos mayores nunca se vieron como un segmento atractivo pero los números muestran lo contrario e indican que están en una etapa que demuestran vitalidad y desean viajar”, apunta Jerónimo Pou, director de Travel Care Asistencia en viajes, uno de los ítems indispensables para emprender este tipo de viajes para este público.

“Atentos a este escenario pensamos un producto exclusivo y único en la Argentina para personas mayores de 86 años que contempla también servicio por enfermedades preexistentes y/o crónicas -dice Pou-. El producto tiene hasta 60 mil dólares de cobertura por enfermedad y accidente, y 5 mil dólares para enfermedades preexistentes”.

Desde Organización Piamonte, en tanto, su CEO Carla Tártara indica que para este segmento “la tendencia es salir cada vez más en viajes grupales, con una modalidad slow -más de dos noches en cada ciudad-. Se inclinan por salidas acompañadas, siempre con una buena cobertura médica. El promedio de los viajes va desde los 15 a los 20 días. Y si bien hay muchos destinos turísticos dentro del país, quienes no pueden viajar con mucha frecuencia se inclinan por Europa o destinos clásicos del viejo continente, y quienes sí puedan viajar más seguido eligen destinos exóticos, como Turquía, Egipto, China y Japón. En los últimos años notamos un crecimiento significativo de los turistas en este destino”.

En los casos donde el destino turístico es lejano y su cultura muy distinta, los expertos recomiendan una planificación especial para los abuelos. Según apuntan, contar con un producto de asistencia en viaje acorde es clave. Este punto también aplica para los familiares y contactos directos de los abuelos viajeros. Las familias de estos “nuevos turistas”, se indica, también deben involucrarse y tomar conciencia de lo que se está tratando a la hora de organizar un viaje.

“Es muy importante el apoyo familiar en esto -dice Pou-. Que conozcan el destino y que estén al tanto de las asistencias y qué cubren realmente. No todos los casos de asistencia tienen que ver con cuestiones médicas, sino también con cuestiones logísticas: conexiones en aeropuertos, extravío de equipaje o documentación. Es por esto que la asistencia debe contemplar esto y además, se debe asegurar un contacto fácil y claro para que la resolución de estos inconvenientes no sea un trastorno engorroso”.