Juan Francisco Gatell: el tenor que triunfa en Europa

Siempre estuvo convencido de que triunfaría como tenor y pese a que a su llegada a Madrid para perfeccionar su talento debió desempeñar distintos trabajos que nada tenían que ver con la lírica, se las ingenió para forjarse desde joven una destacadísima carrera en distintos países europeos y en Estados Unidos.

Reside junto a su familia en Italia y su agenda de trabajo muestra compromisos artísticos de gran relieve durante, al menos, los próximos tres años

Juan Francisco Gatell Abre, nació en La Plata el 28 de noviembre de 1978; es hijo del abogado catalán Antonio Gatell y de Beatriz Abre. Se crió en una casona con mucho parque en la calle Alvear de City Bell junto a sus siete hermanos y desde niño se manifestó como un entusiasta hincha de Gimnasia.

Desde la más temprana edad mostró sorprendentes capacidades para el canto, por lo que sus padres posibilitaron que estudiara, ya a los nueve años de edad, en el Conservatorio Gilardo Gilardi de nuestra ciudad. En ese establecimiento y siendo un adolescente conoció a la soprano platense Paula Bampi, tres años mayor que él y con quien se puso de novio.

Luego de casarse, la pareja se fue a vivir a la capital española, ya que Gatell apuntaba a seguir perfeccionándose en el Conservatorio Arturo Soria de Madrid, algo que finalmente logró a base de sacrificio, costeándose los estudios trabajando en un call center y como camarero en un elegante restaurante situado en el Paseo de la Castellana, en el que todos los mozos debían saber cantar ópera, para amenizar el salón mientras servían los platos. Además, ambos daban clases particulares de solfeo.

En los inicios de su carrera integró coros en Madrid, Barcelona y Florencia, ciudad en la que reside desde hace varios años con su mujer, y sus hijos Francisco y Julia; el mayor estudia piano desde los cuatro años y también violín y canta en el Coro de Niños de la Ópera de Florencia.

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El platense se presentó y ganó el primer premio en varios concursos líricos en distintas ciudades de Italia y de otros países europeos. “Tuve la suerte de que me oyeran las personas justas en el momento justo”, dijo en un reportaje brindado a EL DIA en 2012.

El éxito le llegó de forma rápida; en 2004 ganó el Premio Caruso y en 2006 el primer Premio ASLICO.

Su debut en el Ópera Garnier de París con Capriccio, de Richard Strauss, atrajo la fervorosa mirada de la crítica gala sobre el tenor de nuestra ciudad. Luego y prontamente le siguieron otras actuaciones consagratorias en el Teatro Real de Madrid con “Il burbero di buon cuore”, de Martín y Soler, y en el Festival de Ópera de La Coruña con “Così fan tutte”.

Ha colaborado con Riccardo Muti en Rávena, en el Musikverein de Viena y en el Théatre des Champs-Elysées de París, siempre con “Don Pasquale”, cantado también en Murcia en 2010. Representó el papel protagónico en el “Il ritorno di Don Calandrino”, de Cimarosa, en el Salzburger Pfingsfestspiele; también con director italiano interpretó Eliézer de Moíse et Pharaon en Salzburgo y Roma; en 2011 cantó en “Otello” en Chicago y en el Carnegie Hall de Nueva York.

Debutó en la Ópera Garnier de París con “Capriccio”, obra de Richard Strauss

En 2008 interpretó “Tybalt de Roméo et Juliette” en Salzburgo; en 2009 se presentó en La Scala de Milán y en la Washington National Opera. En 2010 triunfó en el Teatro Comunale de Bolonia y en el Festival Pergolesi-Spontini de Jesi.

En 2011 actuó en el Sferisterio Opera Festival de Macerata y en el Rossini Opera Festival en Pesaro. En la temporada 2011/2012 cantó en el Teatro Municipal de Santiago de Chile, en la Opéra de Lyon, en el Théatre des Champs Elysées; y con la Netherland Radio Chamber Philarmonic.

Otras actuaciones con una crítica muy favorable las llevó a cabo en el Festival del Maggio Musicale Fiorentino y en el Festival de Rávena con las “Vesperae solemnes de confessore” de Mozart. En el Teatro San Carlo de Nápoles ha interpretado ”L’enfant prodigue” y en Florencia y Salzburgo la “Missa Defunctorum” de Paisiello. En su amplio repertorio también figuran obras como “Davidde Penitente” y el “Réquiem”, ambas de Mozart; la “Messa”, de Puccini; “Pulcinella” de Stravinsky y el “Magnificat” de Bach.