Alberto Fernández no pedirá la plata pendiente del acuerdo con el FMI

Se trata de unos 11 mil millones de dólares. Economistas relativizan la decisión. Reunión con el embajador de EE UU

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“¿Tengo un problemón y voy a pedir 11.000 millones más?. Lo que quiero es dejar de pedir y que me dejen pagar”, anunció el presidente electo Alberto Fernández. De esta manera sugirió que no le pedirá al Fondo Monetario Internacional el desembolso pendiente del préstamo por más de 56.000 millones de dólares que le otorgó a Argentina en 2018. “Es como un tipo que tomó mucho y está un poco borracho. La solución no es seguir tomando. La solución es dejar de tomar”, agregó en una entrevista radial.

El organismo de crédito tenía prevista una partida por unos 5.400 millones de dólares que estaba programada originalmente para mediados de septiembre, pero decidió postergar el giro hasta la asunción del nuevo gobierno argentino el 10 de diciembre.

Economistas relativizaron la decisión del presidente electo y creen que la misma podría haber venido de Washington por el presunto incumplimiento argentino. “Con los mercados de deuda cerrados, sólo se pueden usar las reservas del Banco Central para atender pagos de deuda y, si bien éstas no son bajas, no alcanzan más que para cubrir 3 o 4 meses de vencimientos”, advirtió al portal Infobae Guido Lorenzo de LCG. Y para Gabriel Gómez Camaño, de Ledesma, “todo el esquema de pagos depende de la renegociación de la deuda”.

Macri había cerrado el préstamo luego de una crisis cambiaria que devaluó en 50 por ciento el peso y recalentó la inflación hasta 47,6 por ciento a fin de ese año. El organismo exigió a cambio un fuerte ajuste fiscal en medio de una profundización de la recesión económica.

Las metas del acuerdo original se renegociaron durante el último año tras nuevas tormentas en el mercado cambiario por la incertidumbre de los inversores sobre el futuro político del país tras las elecciones.

Fernández tendrá como desafíos reactivar la economía y controlar la inflación, que se estima que estará en 55 por ciento a fines de este año, así como lidiar con una pobreza que afecta al 35,4 por ciento de la población, según los registros del primer semestre del año.

El presidente electo había confirmado la semana pasada en un diálogo por teléfono con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, que está dispuesto a cumplir con los compromisos asumidos con el organismo, pero puso como condición que no aceptará más ajuste fiscal, por lo que su intención es renegociar las metas del acuerdo.

Alberto Fernández remarcó que la “primera regla” es “cumplir” con los compromisos, pero para ello llamó al FMI a debatir el tiempo que necesita Argentina para volver a poner en marcha su economía, en recesión desde hace más de año y medio, pero sin recibir más dinero.

“Tenemos que volver a encender la economía. Tenemos que volver a fabricar, dar créditos no para (pagar) las Leliqs (Letras de Liquidez del Banco Central) sino para que se fabrique, dejar plata a los jubilados para que la usen en lo que necesitan (...) Tenemos que hacer estos cambios que es lo que va a hacer poner en movimiento la economía”, explicó.

La relación con EE UU

Por otra parte, el presidente electo manifestó ayer su voluntad de “tener la mejor relación con Estados Unidos en un marco de respeto y madurez”, durante una reunión en sus oficinas de Puerto Madero con el embajador de ese país en la Argentina, Edward Prado. En el encuentro, Fernández estuvo acompañado por el futuro canciller, Felipe Solá, y por Santiago Cafiero, Gustavo Beliz y Jorge Argüello.

El embajador de Estados Unidos dijo por las redes sociales que la “reunión fue abierta y productiva”. Y agregó: “Durante el encuentro, ambos equipos conversaron sobre una gran variedad de temas de interés para ambos países”.

 

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