Dan sentencia en el juicio a cinco ex militares del Comando 601 de City Bell

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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº2 de La Plata dará a conocer hoy el veredicto en el juicio a cinco ex militares del Batallón de Comunicaciones de Comando 601 de City Bell por dos homicidios, privación ilegal de la libertad y tormentos aplicados a una niña de doce años durante la última dictadura.

Los magistrados Jorge Michelli, Alejandro Esmaris y Nelson Jarazo analizaron durante el debate otros delitos como la sustracción, retención y ocultamiento de dos hermanos, un varón de 10 años y beba de 18 meses.

Los imputados son el ex subjefe del batallón, Carlos Alberto Bazán; los ex oficiales de Inteligencia, Francisco Ángel Fleba; de Operaciones, Eduardo Arturo Laciar; el ex jefe de la Compañía B, Daniel Leonardo Lucero (67); y el ex jefe de la tercera Sección de la Compañía B, Eduardo Enrique Barreiro.

La fiscalía pidió la pena máxima y consideró a los acusados coautores de los delitos de homicidio doblemente calificado por haberse cometido con alevosía, privación ilegal de la libertad cometida por un funcionario público en abuso de sus funciones doblemente agravada por haberse cometido con violencias o amenazas, retención y ocultamiento de menores de 10 años e imposición de tormentos agravados por ser la víctima una perseguida política, según cada caso.Asimismo, la fiscalía recurrió al derecho internacional y calificó los hechos “delitos contra el Derecho de Gentes”.

Los hechos por los que son juzgados los cinco ex militares ocurrieron en la mañana del 6 de septiembre de 1977 a manos de integrantes del Batallón. En base a los testimonios de ex conscriptos, la fiscalía indicó que fueron parte del operativo las compañías “A”, “B” y la de Comando y Servicio, con todos los oficiales de alto, mediano y bajo rango, incluidos los soldados conscriptos. Según lo acreditado en la investigación se calcula que participaron entre 900 y 1000 oficiales y soldados.

María Nicasia Rodríguez, de 34 años, y Arturo Alejandrino Jaimez, de 22, fueron asesinados con múltiples disparos de armas de fuego. Ambos militaban en Montoneros. Rodríguez era la madre de la niña de por entonces 12 años, de un varón de 10 y de la beba de un año y medio que fueron encontrados por los militares en el baño del domicilio atacado. Era el único recinto con paredes sólidas de la casa prefabricada. La niña mayor fue introducida en el circuito de centros clandestinos de detención y pasó por El Vesubio, Sheraton y el Regimiento de La Tablada. Sufrió abusos sexuales y fue torturada y obligada a señalar en la calle a compañeros de militancia de su madre. Su hermano de diez años y su hermana de un año y medio de edad estuvieron desaparecidos durante ocho días. En ese lapso, pasaron por diferentes dependencias policiales hasta que fueron entregados a sus familiares, tras una incesante búsqueda por parte de su padre. El cuerpo de Jaimez continúa aún desaparecido pero el de Nicasia Rodríguez fue recuperado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en una tumba sin nombre en el cementerio de La Plata, en 2007.

 

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