Tras la propuesta jubilatoria, prosigue la huelga en Francia

PARÍS

Los sindicatos franceses llamaron ayer a intensificar la huelga en los transportes públicos en Francia, que cumplió siete días y tiene colapsada a ciudades como París, insatisfechos con los anuncios del gobierno sobre una controvertida reforma del sistema jubilatorio.

“Llegó el momento de construir un sistema de jubilación universal”, afirmó el primer ministro francés, Edouard Philippe, en un discurso muy esperado en el que reveló el contenido integral de la reforma, prometida por el presidente Emmanuel Macron durante su campaña presidencial. El corazón de la reforma consiste en la creación de un “sistema universal” de jubilaciones, por puntos, que remplazará los 42 regímenes de pensiones actuales, que permiten jubilaciones anticipadas y otros beneficios a ciertas categorías profesionales.

TRANSICIÓN “SIN BRUTALIDAD”

El gobierno, que busca a toda costa evitar un nuevo estallido social, tras la crisis de los “chalecos amarillos” -un movimiento de protesta que surgió hace un año y desgastó fuertemente su nivel de aprobación- tendió la mano a los manifestantes e hizo algunas concesiones, pero estas fueron insuficientes.

El nuevo sistema jubilatorio se aplicará a las generaciones nacidas a partir de 1975, en lugar de aplicarlo a los nacidos en 1963, como estaba previsto inicialmente. Para los ferroviarios se fijó el año 1985.

Para calmar la furia en las calles, Philippe se comprometió a realizar una “transición progresiva” y “sin brutalidad” y a que todos los jubilados reciban un haber mínimo de 1.000 euros (1.107 dólares), siempre y cuando se cumplan los años de trabajo y aportes necesarios.

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Y aunque dijo que se mantendrá la edad legal mínima de jubilación en 62 años, para hombres y mujeres, señaló que se “incitará” a los franceses a “trabajar más tiempo”.

“Para garantizar nuestra jubilación, financiar un mayor nivel de solidaridad y beneficiarse de una mayor esperanza de vida sin subir los impuestos, la única solución es trabajar progresivamente un poco más, como pasa en toda Europa y en todo el mundo”, apuntó.

NUEVO PACTO SOCIAL

Refiriéndose a un “nuevo pacto social”, Philippe prometió una reforma que “reestructurará profundamente las reglas”, “corregirá las injusticias y “se adaptará” a los desafíos del siglo XXI, sin renunciar a los valores fundadores del sistema de bienestar social francés creado tras la II Guerra Mundial.

Para el gobierno se trata de un sistema “más justo” pero quienes se oponen a él -casi la totalidad de los sindicatos y la oposición de izquierda- temen una mayor “precariedad” para los futuros jubilados.

El proyecto de reforma del sistema de jubilaciones estará listo a fin de año y pasará al Parlamento a fines de febrero, para una aplicación “progresiva”, añadió Philippe.

Ni bien el gobierno reveló los detalles de la reforma, los sindicatos rechazaron el proyecto unánimemente y llamaron a intensificar las huelgas que tienen a los metros (subtes), trenes, escuelas, hospitales y vuelos fuertemente afectados desde hace una semana, hasta que el gobierno retire su plan.

“Con el plan del gobierno, todo el mundo trabajará más tiempo, esto es inaceptable”, declaró Philippe Martinez, el secretario general del sindicato CGT, uno de los principales del país.

Incluso la central sindical CFDT -más moderada, con mayor peso en la actividad privada y que apoya el paso a un plan de jubilaciones único- rompió lanzas y criticó los anuncios: dijo que el gobierno, al pretender que los franceses trabajen más años, “cruzó una línea roja”.

Furiosos, los gremialistas de los ferrocarriles franceses y transportes públicos de París instaron a “reforzar la huelga” y todas las centrales llamaron a una nueva gran movilización el 17 de diciembre en París, tras las jornadas del 5 y 10 de diciembre, que sacaron a cientos de miles de franceses a las calles. (AFP)