Sugerencias para elegir el menú y los obsequios para disfrutar a pleno de la Nochebuena

A esta altura del año muchos buscan escaparle a la rutina, compromisos, y pensar en la oportunidad de relajar la mente pensando en los regalos, la cena especial o el encuentro con familiares, amigos y allegados para pasar un gran momento. La primera escala será Nochebuena, donde la cena y los regalos se llevan casi toda la atención. Más allá del mensaje de paz, armonía y pasarla bien, también se piensa en los obsequios, que hay para todos los presupuestos y creatividad.

Entre las principales sugerencias para llegar bien al 24 de diciembre resaltan el reparto de tareas. Mientras algunos podrán hacerse cargo de tragos y bebidas; otros podrán definir qué se come y organizar los platos que mas gustan y mejor salen.

Los organizadores de eventos proponen que haya mas variedad que cantidad para que en la reunión se produzca una degustación, algo que termina siendo más divertido que sentarse a comer hasta caer rendidos.

Para los más pequeños se puede asignar la creación de tarjetas especiales para entregar como recuerdo, encargarse de la música que alegrará el momento y hasta proponerles que interpreten algún villancico adaptado a sus gustos musicales.

Con relación a los regalos también resulta práctico que en las grandes reuniones familiares se organice una especie de “amigo invisible” para que uno solo se haga cargo de un regalo. En esos casos lo más adecuado es establecer sumas para que todos los presentes sean de un monto parecido.

Dar en el clavo con los gustos no es sencillo. Por ello, es necesario detenerse a reflexionar antes de adquirir los obsequios para familiares y amigos. Esa acción de pensar en el otro, qué puede gustarle o sorprenderlo, ya es todo un regalo para el que va a recibir el regalo.

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“Debemos ajustar la elección del regalo al presupuesto personal o familiar. Los presentes no tienen por qué ser caros. Pensar ‘cuanto más caro, mejor’ o creer que ‘cuanto más valga el regalo, más me va a querer el receptor’ esconde un deseo de aprobación y, quizás, una baja autoestima”, apuntó.

También proponen tener en cuenta la información que tenemos de esa persona querida y de sus aficiones, ponernos en su lugar, detectar sus necesidades o indagar a través de otro familiar que esté más próximo.

A su vez, explican que hacer un obsequio es una de las cinco formas de expresar el amor que sentimos. Por este motivo, recomendó “que el proceso de adquirir un regalo sea un acontecimiento sincero, lleno de amor y deseos de felicidad hacia la persona que lo va a recibir”.

Cuando se trata de regalar a los niños, distintos psicólogos aconsejan fijar un máximo de tres regalos.

Se recomendó que el primero sea incondicional y de uso individual. El segundo, un regalo para compartir, que facilite la socialización. El tercero, en caso de que quiera hacerse, será un reconocimiento al esfuerzo por haber conseguido alguna meta personal, como el hábito de estudio o el orden.