Los universitarios también exigen recuperar lo perdido en 2018

Los gremios que representan a los profesores de las universidades nacionales fueron convocados a discutir el incremento de sueldos 2019 el próximo lunes, a las 12,30, en el Palacio Pizzurno, sede de la cartera educativa. El pedido sindical será muy concreto: recuperar el 15% que perdieron en 2018.

El acuerdo paritario por un 25% de aumento que firmaron los universitarios el curso pasado, válido de marzo 2018 a marzo 2019, ya había quedado largamente superado por el costo de vida. A punto tal que los gremios comenzaron a pedir, tras el 6,5% de inflación de septiembre, que se adelantara la revisión pautada para noviembre.

No fue así. Y la brecha entre salarios e inflación “se estiró aún más con el índice de enero que, contra todos los pronósticos, fue de casi un 3% (2,9%)”, dijo ayer a este diario el secretario general de la Asociación de Docentes de la UNLP (Adulp) y paritario nacional, el astrónomo Octavio Miloni.

“Ante todo vamos a exigir un recupero del 2018, a fin de encarar la discusión 2019 sobre bases realistas”, anticipó Miloni, quien recordó que “a los docentes universitarios ya nos dieron este año un 5% a cuenta del futuro acuerdo. Eso llevó el aumento al 30%, pero la inflación entre marzo del año pasado y enero último fue del 45%. De modo tal que estamos 15 puntos porcentuales atrasados en nuestro poder adquisitivo”, detalló.

Respecto a las posibles medidas de fuerza que podrían analizarse en el plenario nacional de la Conadu que se realizará el martes 19, el profesor platense señaló que “eso depende de lo que ocurra el lunes”.

Añadió que “el gremio está en estado de alerta a causa de la fuerte pérdida del poder adquisitivo y de que la inflación no cede”.

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Dijo que para el año pasado esperaban un índice de costo de vida “muy alto, pero no uno terrorífico de casi el 50%”.

Admitió que entre la docencia del sector hay “preocupación y bronca”, y que se espera poder avanzar en el marco de la paritaria para evitar un conflicto de las proporciones que tuvo el de 2018.

Asimismo, reiteró que la pelea de las organizaciones de docentes universitarios “no se queda en lo salarial ni mucho menos. Apuntamos a revertir el proceso de caída de los fondos presupuestarios, que compromete seriamente el funcionamiento de las casas de altos estudios, sobre todo de las más jóvenes”.

Durante el ciclo académico pasado, las universidades conocieron un grado de conflictividad que recordó al último tramo de los ‘90 y al periodo 2001-2003. A tal punto que estudiantes a punto de recibirse confiaron que ellos nunca había vivido una situación semejante.