Entre el gatopardismo de la oposición y una economía que no termina de arrancar

Lo adelantamos hace semanas. Todo el peronismo está unido para dos medidas fundamentales gane quien gane.

Una, rechazar la puesta en marcha de la extinción de dominio (recuperar los bienes de la corrupción) y dos el que llegue a Presidente debe decretar una amnistía.

Llegaron a la conclusión de que las causas judiciales están muy avanzadas, las confesiones del contador Víctor Manzanares son lapidarias y hay que cortar todo con un perdón amplio y generoso.

El abogado de Cristina, Gregorio Dalbon amenazó que si su clienta va presa, correrán ríos de sangre.

Por ahora el decreto de necesidad y urgencia no fue rechazado por los plenos de ambas cámaras. Sigue vigente la extinción de dominio. Pero el peronismo se abroqueló para no dejarlo pasar.

En las ultimas décadas se eligió uno o dos personajes para que vayan presos. Por ejemplo María Julia Alsogaray que no era peronista. Todavía no decidieron quién será el sacrificado de la última década. En El Gatopardo se mostraba que algo hay que cambiar -lo mínimo-, para que todo siga igual.

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¿Qué harán con los fiscales y jueces que están investigando?

Los K piden revancha. Se vienen tiempos tormentosos. Luis D´Elia señaló por radio que habrá venganza y esos jueces irán presos.

Los encuestadores coinciden: 65 % entre Macri y Cristina, 35 % ninguno de los dos. Esto está cristalizado. Pase lo que pase, no cambia.

Para un sector, incluso los indecisos, el kirchnerismo fue el gobierno más corrupto de la historia. Para el otro, el macrismo está plagado de inútiles, ingenuos y tontos, pero dicen que tienen buenas intenciones.

De lo que nadie puede hablar es del futuro.

¿Qué se puede prometer?. Nadie cree en las promesas. Nadie cumplió. Los más fanáticos concurren a los programas de televisión.

Los que están en las puntas de la grieta se preguntan ¿Cómo seducir a los independientes?.

Con la economía: no. Nuestro país comenzó el año anterior con una inflación proyectada del 17 % y terminó con el 48 %. Comenzó el año con un dólar de 17 pesos y termino con uno de casi 40 pesos. Comenzó con una tasa de interés del 24 % y a fin de año llegaba al 60 %.

No acertaron ninguna de las consultoras. Sin embargo continúan haciendo pronósticos, en los que nadie cree.

¿Quiénes fueron los más perjudicados?

Sobre todo la clase media. Los de menores recursos están parcialmente cubiertos por el asistencialismo estatal.

Entonces: ¿Por qué se piensa que Cambiemos puede ganar .

La clave son sus adversarios.

Cristina Kirchner, que tiene el 30 % de los votos, formó parte de un Gobierno donde se robó, hubo ataques a la Justicia y a las instituciones republicanas. Se utilizó las cadenas nacionales para atacar a particulares.

Reparte directamente la riqueza, pero no es gratis. Focaliza la ayuda y la cobra en obediencia. Aparecen testaferros en masa. Al populismo le gusta calentar el ánimo social.

Se apuesta al subsidio sobre el esfuerzo. Niega los hechos .

Es clave, entonces, lo que pregona La Cámpora. La reforma constitucional. Todo para favorecer su permanencia y dominar los medios de comunicación.

Aquí estarían reflejados los dos sectores que se disputaran el poder este año.

Pasamos a la economía.

Estamos en recesión desde el mes de abril del año pasado. La baja fue la más importante desde el 2009. El campo perdió 7.500 millones de dólares por la sequía. El mercado no le prestó más. El Gobierno tuvo que hacer un ajuste del gasto superior a los 20.000 millones de dólares. Esta cifra se amplió por la baja de la actividad de los sectores que no participan en el comercio internacional. Ajuste fiscal. Desaparece el crédito, pero no los depósitos. Cae el salario .

¿Qué pasara en 2019?

Algunos de estos indicadores van a mejorar.

Uno: el volumen de la cosecha agrícola alcanzaría un nivel récord. Serán 10.000 millones de dólares más que en 2018.

Dos: la salidas de capitales desapareció.

Tres: el ajuste fiscal se cumple y llegan los dólares del FMI.

¿Cuándo termina la recesión?

No se ven mejoras en el pedido de crédito. Baja el nivel de las tasas, pero pocos se animan a solicitar dinero a los bancos. Muchos temen no poder cumplir los compromisos.

Ganamos en estabilización del dólar, pero perdimos en reactivación.

Es evidente que hay un largo camino por delante.

Bajar la inflación del 46 al 28 % es un desafío.

Llegar a un dígito de inflación anual, llevará por lo menos 3 años.

¿Hasta cuando seguirán los ajustes de tarifas?

Hay conversaciones para que las grandes empresas productoras y distribuidoras de energía acepten postergar los aumentos de tarifas. El impacto en el bolsillo tiene que ser menor, señalan.

¿Podrán frenar una corrida del dólar?

Cristina en privado explica que si el tipo de cambio se dispara, gana con toda seguridad.

Veremos qué pasa en la realidad.