Opinan los lectores

Verdugos

Karina Zerillo Cazzaro dice: “Cuando ‘algo’ no sale a pedir de boca, y sin contrariar a la más arraigada costumbre argentina, conviene buscar el culpable fuera de casa. ¿pero cuán fuera? Las propias filas, los que posibilitaron encumbrar a la propia familia y se les debe el favor de la vida, los adherentes, los aplaudidores, la gente. ¿quién será sacrificado primero? porque seamos conscientes que sólo se dirime el orden de sacrificio en un desfile que no acaba hasta que solamente quede el real responsable, solo e incuestionable. La lista ya comenzó a cobrar víctimas entre los más alejados a alguna culpa. Muy raudamente amenaza desestabilizar la poca confianza de los que aguardaban ansiosos ver resarcido el pesado ‘favor’ en un boleto a la libertad. ¿quién será el mayor verdugo entonces, quienes se excedieron brutalmente ejecutando la ‘orden’ de una sociedad despiadada o quien usó esa imprudencia para ganar altura prometiendo lo que nunca cumpliría? Confiar en mentirosos es tan letal como dar muerte y al parecer los militares y policías presos con varias cadenas perpetuas sentenciadas por los crímenes de lesa humanidad, por ellos cometidos entre 1976-83, lo están percibiendo. Vale preguntarse ¿qué paciencia se agotará primero ante la ineptitud e inoperancia oficial, la de la gente o la de esta ‘estoica’ casta de gladiadores que le dieron impulso al actual gobierno a cambio de la libertad? Al parecer los Códigos de Honor (todos aún los cuestionables y repudiables) han sido traicionados una vez más en Argentina”.