Huella
Edición Impresa | 31 de Marzo de 2019 | 08:40

El encierro en la noche oscura y la ansiedad por llegar al fin del día. Necesidad de atravesar las barreras contradictorias y confusas. La imposibilidad de verbalizarlo frustra y lo incomprensible e ilógico serán icono, signo y símbolo. En lo cotidiano la noche hace invisible la escena, el gesto minimiza el dolor. Pero está ahí y es marca. Todo parece irreal, no es concreto, es confuso, los hombres se representan como formas o figuras y el fuego es agua y el sueño, como soporte, es cómplice y crea imágenes indescifrables de nuestra propia memoria.
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