Nueva herramienta para luchar contra la venta ambulante

La información oficial acerca de que en dos semanas se habilitará en La Plata el predio para mudar a los manteros, creándose allí un paseo de compras de unas dos hectáreas de superficie que albergará a unos 800 vendedores, refleja la principal apuesta del municipio para aliviar al microcentro del flagelo de la venta ambulante.

Como se recordará, la medida fue originalmente aprobada por el Concejo Deliberante local a mediados de noviembre pasado, en un contexto demostrativo de que la venta ambulante vino creciendo en forma constante en la Ciudad, tal como ocurre hasta ahora. Quedó establecida, entonces, la creación del “Paseo de Compras 80”, en la que además de inscribirse los puesteros, deberá conocerse el origen de las mercaderías y demostrarse el pago de tributos fiscales mínimos para poder ejercer la actividad, entre otros requisitos.

Ahora la Municipalidad acaba de confirmar que el predio para mudar a los manteros se inaugurará dentro de dos semanas. Ubicado uno de sus vértices en 80 y 134, es decir a unos trescientos metros de la vertebral avenida 137, en una zona populosa y comercialmente muy transitada, el predio incluirá un patio de comidas y servicios sanitarios para el público que lo visite.

Mientras tanto, en el microcentro platense es evidente el avance de la venta clandestina, con cientos de puestos alineados en veredas y plazas. Ya se ha dicho aquí, muchas veces, que la venta ilegal no sólo no descansa, sino que se resiste a pesar de que se encuentra prohibida y de los operativos de erradicación que se realizan en la Ciudad.

La resistencia de los vendedores ambulantes a cumplir con las normas vigentes en nuestra ciudad, que prohíben la actividad informal, y el no acatamiento a lo dispuesto por leyes provinciales y nacionales en lo concerniente a las normas sanitarias y tributarias vigentes, ha sido tan porfiada como ilegítima.

Esos antecedentes no debieran traducirse en la falta de ánimo por parte de las autoridades para seguir combatiendo sin desmayo a la venta informal, que perjudica a los comerciantes instalados, los somete a una competencia desleal y, a la vez, permite que organizaciones mafiosas exploten impunemente la necesidad de trabajar de mucha gente.

Debe insistirse, además, que no sólo debe actuar la Municipalidad. Está claro que las transgresiones de la venta ambulante interesan también, y muy profundamente, a las administraciones provincial y nacional, cuyos organismos pertinentes debieran sumarse a la batalla cotidiana que debe darse contra una actividad que es ilegal y se caracteriza por una serie de penosas connotaciones sociales.

Es de esperar, entonces, que las autoridades manejen la alternativa de que -a pesar de la creación de este predio- algunos vendedores ilegales pretenderán seguir ocupando lugares en las plazas y veredas céntricas. De ser así, ello deberá ser evitado y, además, con esta habilitación, la Comuna cuenta con otra herramienta y con un nuevo respaldo para erradicar a la venta informal en la vía pública.