Entre el pragmatismo y la improvisación

El Gobierno dio hoy la imagen de que está improvisando. El paquete de medidas que lanzó para combatir la inflación y tratar de reactivar la economía tendrá efecto en los últimos seis meses de su gestión, después de tres años y medio en los que aplicó otras políticas. Pero la cercanía del proceso electoral abrió un fuerte debate en Cambiemos sobre la forma de encararlo.

Ese debate interno derivó en la presión de los gobernadores oficialistas para que la Casa Rosada tome decisiones que beneficien a la población, en momentos en que la gran mayoría de las familias argentinas atraviesan serias dificultades para llegar a fin de mes. Claro que esa discusión no fue sencilla y aún hoy se notaron las diferencias de criterio en vivo y en directo.

Según pudo constatar EL DIA en la sala de conferencias de la residencia presidencial de Olivos, resultó notoria la incomodidad del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, cuando su colega Dante Sica (Producción y Trabajo) dijo que con las nuevas medidas el Gobierno tendrá mayor “poder sancionatorio” sobre las cadenas de supermercados y formadores de precios de la canasta básica.

El propio Dujovne había presentado previamente el paquete de medidas como “transitorio”, con vigencia hasta tanto el Gobierno logre domar la inflación. Y habló de un “pacto de caballeros” con los empresarios, relativizando los controles que puede ejercer el Poder Ejecutivo. La ausencia del presidente Mauricio Macri en el anuncio ante la prensa también fue motivo de discordia.

Sobre todo, porque el equipo de comunicación presidencial optó por mostrar al Presidente en un video amateur, con mal audio, en el que no se cuidó su imagen en un momento en el que, justamente, el Gobierno busca recuperarla para que llegue a ser competitivo en la carrera por la reelección. Con todo, lo que no faltó en los anuncios fue el pragmatismo político extremo.