Tevez encendió a Boca, que en el final se quedó con todo

El Apache entró en el peor momento del equipo Xeneize, que perdía 1-0, y fue la clave de la agónica victoria ante Paranaense

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Con la clasificación a octavos de final poco menos que asegurada, Boca recibió anoche a Athletico Paranaense de Brasil, instalado de antemano en la instancia que cruzará mano a mano a los mejores 16 de la Copa Libertadores, pero de todos modos al partido le sobraron matices, por las especulaciones que se realizaron a partir de la conveniencia para el equipo Xeneize de ocupar el primero o segundo lugar del Grupo G, y a última hora por la lluvia que cayó en forma torrencial, poniendo en primer plano el recuerdo del pasado fin de semana, cuando por la Copa Superliga el encuentro con Godoy Cruz debió interrumpirse por el agua que inundó el campo de juego de la Bombonera.

La tormenta pasó de largo, la cancha se mostró en condiciones cuando el árbitro ecuatoriano Carlos Orbe la recorrió, y con el marco de tribunas encendidas, el juego comenzó mostrando al equipo bajo la conducción de Gustavo Alfaro haciéndose cargo y marcando una ventaja a su favor por el carril derecho, a cargo de Julio Buffarini y Sebastián Villa, quien intercambió la posición con Agustín Almendra, quien en definitiva fue elegido para reemplazar al lesionado Emmanuel Reynoso. Y a propósito del juvenil: debía ser parte de la delegación del seleccionado Sub-20 que ayer viajó a España para completar la preparación para el Mundial de Polonia, aunque un pedido del club a la AFA postergó su traslado para hoy, junto al lateral Marcelo Weigandt.

El dominio boquense, que incluyó una situación muy clara, desaprovechada por Lisandro López, que levantó desde posición muy favorable, fue sostenido a lo largo de la primera media hora, hasta que Luis González comenzó a organizar el juego de Paranaense en la franja central. A partir de Lucho, entraron en acción Nikao, Marco Ruben y particularmente Rony, el abanderado del conjunto brasileño en la goleada 3-0 en el Arena da Baixada, de Curitiba, que complicó a Buffarini y compañía. Para colmo de males, Mauro Zárate no logró el protagonismo de partidos anteriores y Darío Benedetto pidió el cambio por una lesión que podría hacerle perder el cruce con Vélez por la Copa Superliga.

En la reanudación, la falta de juego en Boca quedó más expuesta, y en la búsqueda de los motivos, la ausencia de Reynoso pasó a ser central. Los medios no encontraron el modo de controlar la pelota, mucho menos jugarla con precisión, y esas circunstancias permitieron el crecimiento de Paranaense, que se convirtió en dominador. Zafó Boca por una mano de Buffarini que el árbitro dejó pasar, pero a los 20 minutos se produjo lo que estaba en camino: el gol visitante, Marco Ruben, el argentino que había convertido los tres en Brasil, aprovechando una mala salida del arquero en oportunidad de un tiro libre servido desde la izquierda.

Recién cuando entró Carlos Tevez, a los 24 minutos, Boca recuperó el protagonismo que había perdido. El Apache agilizó el traslado en la franja central, desestabilizó a la estructura defensiva de Paranaense, y su aporte fue clave para el empate de Lisandro López, a los 27, conectando un centro de Zárate. Pero hubo más de Carlitos, porque fue el causante de la expulsión de Wellington, y en el descuento, cuando el empate parecía sellado, encontró la pelota en la puerta del área y clavó el 2-1 que significó el primer lugar en el Grupo G y un posible cruce con River en octavos.

En el otro partido, Deportes Tolima de Colombia le ganó 2-0 a Jorge Wilstermann de Bolivia.

 

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