En Abasto, asaltos y denuncias por los drones apuraron el cambio de comisario

Los últimos hechos delictivos ocurridos en los barrios de Abasto, Melchor Romero, El Peligro y Arturo Seguí, con la “banda del drone” como principal protagonista, generaron una serie de reacciones -entre vecinos y autoridades- que tuvo su punto álgido con la separación de un comisario y la organización de una reunión para tratar la temática.

La inseguridad que frentistas y quinteros vienen denunciando desde hace meses sigue teniéndolos movilizados y con renovados pedidos de “patrullajes y cámaras” para la zona.

Anoche, vecinos de El Peligro, Abasto y Colonia Urquiza, se reunieron en instalaciones situadas en Ruta 36 y 409 con el objetivo de hacer oír su voz de reclamo. El cambio generó malestar, según contó Jonathan, uno de los asambleístas: “llegó hace poco y dentro de todo lo que se podía, venía haciendo las cosas bien, pero lo corrieron”, indicó.

Ya en abril, un centenar de pobladores de los sectores mencionados del Gran La Plata se juntaron con jefes de la comisaría Séptima (520 entre 212 y 213) en la Sociedad de Fomento “Río de la Plata”, situada en ruta 2 y calle 420, para intentar resolver la cuestión.

A esa medida le siguió un corte en ruta 36 y 475 del que participaron familias de Olmos , Abasto , El Peligro, Colonia Urquiza, Los Porteños y Las Banderitas. “Hicimos la manifestación por la gran inseguridad qué se está viviendo”, explicó Fernando. Solicitaron “la intervención de Gendarmería y puesto fijos de policía ruta 36 y en 446 y las vías del barrio Los Porteños”, donde un matrimonio de jubilados fue asaltado de manera brutal. Una semana después, el hombre de la pareja falleció por un ACV y se investiga la relación con el episodio previo (ver aparte).

La explosión de escruches, asaltos armados y entraderas violentas que tuvieron lugar este año, motivó la separación del comisario Rubén Viso. Fuentes del ministerio de Seguridad bonaerense indicaron que su lugar, por el momento, será ocupado por el subcomisario de la seccional, Carlos Costilla.

Según los habitantes del lugar, los drones continúan sobrevolando la zona, en particular por la noche. Horas después, algún vecino suele ser víctima de un robo.

Pese al ambiente, y como reflejó este diario, quienes participan de las diversas asambleas realizan su propia investigación. Intercambian fotos de sospechosos, están atentos a movimientos extraños y se comunican a través de grupos de WhatsApp. Un referente del espacio, sostuvo que la banda “es una parte visible de algo más grande, que tiene, por lo menos, 90 integrantes y muchos son vecinos nuestros”.

Esa versión se agrega a la mirada de los pesquisas oficiales sobre una banda nacida en la zona sur del Conurbano. “Es que algunos eran de acá, se fueron y luego volvieron a la zona ya como ladrones. Ahí reclutaron gente de acá. En casos, son conocidos”, apuntó una de las fuentes del barrio consultadas. Según indicó el asambleísta “los drones son una herramienta más que utilizan para robar. Tienen también un circuito de reducción y de lavado de dinero. Compraron propiedades y hay comercios en donde meten mercadería robada”.