Las muertes en el Everest y el recuerdo de la tragedia de 1996
| 30 de Mayo de 2019 | 18:56

A lo largo de esta temporada, el número de muertos ya superó la decena y son varios los escaladores rescatados de urgencia. En este periodo de tiempo, creen que podría superarse el récord de 807 personas que lleguen hasta la cima y podría ser aún más fatal que la de 2015.
La semana pasada aproximadamente 200 personas llegaron a la cima del mundo el mismo día. Esto significa que 200 personas “atascadas” también debían bajar apresuradamente, y eso puede ser un gran problema. Esta congestión supone que los grupos deben esperar su turno para comenzar el descenso, a veces de horas, y sin tener en cuenta una de las máximas en la escalada: la climatología.
No es la primera historia de este tipo. De hecho, es posible que la gran mayoría de los escaladores conocieran el relato ocurrido en 1996 que convirtió a un tipo en leyenda. Un desastre en el Everest con decenas de escaladores atrapados, un clima “infernal”, y un hombre dispuesto a ascender sin oxígeno con un único plan: Anatoli Boukreev.
Durante esta temporada fatídica, 12 personas murieron tratando de llegar a la cima, lo que la convirtió en la temporada más mortal en el Monte Everest antes de las 16 muertes de la avalancha de 2014 y las 22 muertes resultantes de las avalanchas causadas por el terremoto de Nepal en abril de 2015.
En su importante historial, lo que hizo de Anatoli Bukreev un personaje conocido fue la tragedia que tuvo lugar en 1996 en el Everest. Héroe para muchos. Aunque tuvo críticas porque ascendiera sin oxígeno y regresara a la tienda antes que los clientes para quienes trabajaba como guía. Sobre este tema se debatió mucho.
Aún así, en un accidente tan complejo como el que tuvo lugar en el Everest en 1996, fueron varias las causas y los errores que se cometieron. Anatoli protagonizó una acción de rescate única en la que salvó a tres alpinistas atrapados por la tormenta. No tuvo fuerza para mas aquel día. Al día siguiente aún fue capaz de volver a subir para ayudar a posibles supervivientes y encontró a Fisher congelado a 8.350 metros, en el collado Sur. Siete días después ascendería en solitario y en un tiempo récord a la cima del Lhotse. Una ascensión que posiblemente realizó como una necesidad de desahogo, de catarsis, tras la tragedia que había vivido días antes en el Everest.
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