Deslucida, la plaza Malvinas pide urgente una puesta a punto

Luminarias encendidas las 24 horas, suciedad, juegos y bancos rotos y canteros descuidados integran el catálogo de deficiencias que señalan los visitantes asiduos a la plaza Islas Malvinas, un emblemático espacio platense que por estos días se ve deslucido. En ese marco, ayer empleados comunales ejecutaban en el lugar algunas tareas de limpieza y puesta en valor.

Vecinos que habitualmente concurren a la plaza de 19 y 51 denunciaron que desde hace dos días están todas las luces encendidas en ese paseo público. Además se observó que hay bancos rotos, faltan cestos de basura que estén en buenas condiciones y muchas baldosas de las veredas, por las que la gente camina o corre, están en desnivel.

“Yo me comuniqué al número telefónico de la Municipalidad para dejar asentado que noche y día quedaban mas de 40 luces encendidas, pero pasó un día y todo sigue igual”, se quejó un vecino de la plaza al que en su segunda denuncia un empleado de la Comuna le respondió que las respuestas podían tardar de 1 a 7 días.

“Edelap le cobra a la Comuna por el consumo eléctrico de cada mes y es un despropósito que esté todo encendido cuando no es innecesario”, concluyó.

En los últimos días también se registraron situaciones de tensión entre unos tres hombres que duermen en ese espacio público, ya que habrían intimidado a mujeres jóvenes que concurren a la plaza por distintas razones, ya sea para la práctica deportiva o porque les queda de camino a su casa o al trabajo.

“Se dan situaciones de incomodidad y lo que es peor es que no se ve vigilancia o alguien de seguridad, en un momento se veían a los cuidadores de las plazas, pero ahora no”, agregó una vecina.

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Otras personas que habitualmente visitan el paseo consignaron que el espacio se ve desprolijo.

Muchos cestos están rotos, algunas estructuras no tienen el contenedor de los residuos y en casi todos faltan las bolsas para evitar que la basura termine desparramada por cualquier parte.

“La gente es bastante sucia porque en vez de embolsar su basura y llevarla a su casa para tirarla donde corresponde, la deja en cualquier parte y eso también pasa porque los cestos están rotos”, sostuvo Elisa, una docente que trabaja en una escuela del barrio y describió que es habitual encontrar basura y envases vacíos atrás de los árboles .

En una recorrida realizada por EL DIA se constató que efectivamente muchos cestos no están en condiciones y faltan bolsas en la estructura en la que se deben dejar los desechos de los animales.

La plaza Islas Malvinas, con su espacio cultural creado en 1998, es uno de los centros recreativos más visitados de la ciudad, fundamentalmente los fines de semana.

Allí convergen tanto quienes desean realizar alguna actividad física como aquellos que lo eligen como el lugar para descansar en un entorno abierto y arbolado. Por eso muchos remarcaron que sería importante que se reparen los bancos de cemento que están rotos y las veredas por las que transita tanta gente a diario.

El estado de las veredas tampoco es el adecuado en muchos sectores porque muchas baldosas están en desnivel o directamente sueltas por lo que se provocan tropezones y hasta caídas en los desprevenidos.

En ese sentido los que deben prestar mayor atención son los que van a caminar o a trotar alrededor del predio que va de 19 a 20 y de 50 a 54. Uno de los sectores mas dañados es el de la vereda que da a la avenida 19.

También se advirtió la falta de mantenimiento en los aparatos que permitían hacer ejercicios al aire libre que ya se encuentran casi completamente destartalados u otros directamente desaparecieron.

Si bien los sectores en los que juegan los chicos están en buenas condiciones, algunos padres de niños pequeños remarcaron que en los juegos que están en el centro de la plaza hay toboganes a los que le faltan las agarraderas y faltan hamacas seguras para niños muy pequeños.

No es la primera vez que el deterioro de la plaza Malvinas genera quejas. Como reflejó este diario, en marzo pasado generó indignación el estado en que se encontraba el espacio dedicado a los caídos en la guerra de Malvinas, que mostraba placas sucias, rotas o directamente ausentes; numerosos monolitos se utilizan como cestos de basura y banners con los nombres de los ex combatientes rotos o con grafitis. Tras los planteos, el espacio fue recuperado por la Comuna.