“Dark”: vuelve la versión oscura de “Stranger Things” que obsesionó al mundo

¡Casi dos años! tuvimos que esperar para el retorno de “Dark”, que finalmente estrenará el próximo viernes su segunda temporada en la pantalla de Netflix: si sos de los que pensás que la espera por la nueva tanda de episodios del éxito sorpresa de la N roja fue exagerada, estás en la “lista negra” del creador de la serie alemana, Baran Bo Odar, que confiesa que devorado por la presión de los fans tuvieron que tirar el primer guión de la segunda temporada y dejar de pensar en satisfacer a los seguidores, “que pueden llegar a ser muy malos”.

Así, a diferencia de buena parte de las secuelas en este siglo XXI, “Dark” promete no ceder al fan service y continuar contando su historia sin concesiones: “Tras el éxito de la primera sentimos mucho más la presión. Estábamos literalmente obsesionados leyendo todas las teorías de los fans en internet y durante tres semanas intentamos crear algo que les gustara, pero nos dimos cuenta de que lo que estábamos haciendo no era bueno. Lo tiramos todos y nos dijimos, vamos a pensar que nadie ha visto ‘Dark’, ¿qué historia deberíamos contar?”, revela Odar. Y asumiendo que “no todo el mundo estará contento”, el director, considerado uno de los más prometedores del momento, dice que están orgullosos del resultado.

La serie, creada por Baran Bo Odar y su mujer, Jantje Friese, arranca con la desaparición de un niño, un drama que afectará a cuatro familias unidas a través de varias generaciones por un misterio que afecta al pequeño pueblo en el que viven. Pero no estamos ante un drama convencional: el niño, en realidad, ha viajado en el tiempo a través de un agujero de gusano generado por una planta nuclear en las grutas del bosque de ese remoto pueblito alemán, donde vivirá el resto de su vida, convirtiéndose incluso en el padre de uno de los chicos, Jonas, que lo acompaña la noche que desaparece. Y suicidándose, misteriosamente, justo antes de aquella noche de 2019.

Y más conflictos se esconden detrás de la apariencia suburbana del pueblo: hay una conspiración para tapar la responsabilidad de la planta en el asunto, experimentaciones con chicos que desaparecen en una época y aparecen en otra (generalmente muertos), y misterioso villano, Noah, vestido de sacerdote pero que no cree en Dios, y un héroe que recorre los diversos planos temporales unidos por ese agujero de gusano (se puede viajar al mismo lugar, 33 años en el pasado o el futuro) intentando, aparentemente, corregir el futuro negro: la primera temporada culmina con Jonas, nuestro héroe, desembarcando 33 años adelante, aterrizando en un apocalíptico 2052.

La teoría del Eterno Retorno parece regir estos extraños acontecimientos, haciendo girar la historia en un loop eterno del cual no puede escapar, aunque algunas fuerzas parecen intentar romper ese círculo. Quién sabe, en realidad, qué intenciones subyacen a los misteriosos personajes que pululan en la serie.

Quizás, algunos de esos enigmas comenzarán a responderse desde el viernes: el show regresa el 21 de junio, fecha que, en la ficción, es el día en que el padre de Jonas (es decir, el niño originalmente desaparecido) se quita la vida. Y los números no son el único símbolo que desvela a los seguidores, en una serie repleta de pistas para que Reddit enloquezca: una serie hecha a medida de la era 2.0 que habitamos, que con sus misterios alimenta debates, hilos y posteos larguísimos sobre pequeños detalles que aparecen en el fondo de una escena, y que quizás no tengan relevancia.

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Sin embargo, es justo decirlo, nadie esperaba el éxito de esta ficción sobrenatural, primera serie original de la plataforma en alemán. Ni siquiera sus creadores, Odar y su mujer Jantje Friese, que confiesan que, con su triunfo, se dieron cuenta de que no eran las únicas personas “oscuras” del mundo.

“Es una historia muy personal para nosotros, es el mundo que mi mujer y yo hemos creado, cómo vemos el mundo y lo que nos ocurre. Creíamos que éramos los únicos interesados en este tipo de cosas y resulta que hay adolescentes en Argentina que lo ven de la misma manera”, dice.

“El mundo está en un momento muy oscuro. Si hablas con las generaciones más jóvenes sobre sus problemas y a lo que se enfrentan nadie sabe qué va a pasar. Todo el mundo piensa que el mundo se va a acabar entre el cambio climático y Donald Trump”, señala Odar.

Él, en cambio, relativiza y cree que el “ser humano es demasiado vago” por lo que “nada acabará pasando”, pero considera que estos momentos son claves para la creación. “Y en Hollywood”, sentencia, “cada vez que hay un mal presidente se hacen mejores películas”.