Preocupa en la ribera de Berisso una banda de ladrones acusados por incendios y robos

El miedo y la indignación se mezclan entre los vecinos de Palo Blanco, en Berisso, ante los constantes ataques a viviendas de los que vienen siendo víctimas hace varias semanas. Uno de los episodios que colmó la paciencia de los frentistas ocurrió a mediados de mayo, en el “El Rincón del Kay”, un club de navegantes en kayac situado a la vera del Canal Santiago.

En esa oportunidad, desconocidos prendieron fuego la estructura que los socios habían armado con esfuerzo, una suerte de casilla de maderas y chapas que utilizaban como lugar de encuentro y depósito. Se presume que antes de iniciar el incendio, aprovecharon para robar algunas pertenencias.

Luego de ese incidente, los moradores de la zona aseveran que la situación se volvió todavía más apremiante. Atribuyen ese hecho a “la falta de respuesta por parte de las autoridades”.

Según le contó a este diario uno de los damnificados “esta pesada la mano. Son cinco casas incendiadas, dos en una misma semana”.

Asimismo, señaló que “la Policía no nos lleva el apunte, llamamos a Prefectura, pero mucho no pueden hacer. Pasan con la lancha, pero el problema está en tierra firme”.

LA BANDA DEL ASERRADERO

En todos los sucesos mencionados, el accionar de los sospechosos es el mismo: primero se encargan de saquear el inmueble. Una vez culminan, para no dejar rastros -o con la simple intención de hacer daño lo prenden fuego.

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A ese respecto, indicó un vecino, “hace unos días le tocó el turno a dos casas enfrentadas por el Río Santiago, a 500 metros del puente. Ya son cinco las casas incendiadas con pérdidas totales, no podemos seguir así”, advirtió.

“No somos muchos los que vivimos aquí. La mayoría es gente humilde o tenés casos como el club de los chicos del kayac. Cada uno levantó su construcción a pulmón y ahora tienen que empezar de nuevo con menos recursos que antes”, se quejó un vecino.

Según le explicaron los propios perjudicados a EL DIA, los responsables serían varios delincuentes que formaron una suerte de banda delictiva con base en un aserradero en desuso.

En ese sentido, uno de los vecinos reflejó que “por la calle 32, cruzando el puente de Palo Blanco, existe un aserradero, refugio de ex convictos , de donde salen a cortar y robar árboles maderables” de los habitantes del sector.

Sobre el caso de “El Rincón del Kay”, las pérdidas en el predio situado sobre el canal Santiago, unos 500 metros al norte del puente de Palo Blanco, fueron totales para la entidad de 40 socios, que nació como espacio dedicado a la navegación recreativa, pero extendió su influencia en la región por la sensibilidad de sus integrantes ante las dificultades socio económicas del medio.

Por otro lado, señalan a uno de los supuestos ladrones (un joven de 35 años que trabajaría en el lugar) como el autor de una serie de hurtos. Conforme a esos testimonios, el sujeto se dedicaría “a robar motores fuera de borda” de las embarcaciones.

No obstante, otro de los entrevistados (a quien también le quemaron un inmueble) refirió que “hay muchas voces anónimas tirando hipótesis que rozan lo mafioso, pero la verdad es que no se puede afianzar ninguna”.

ASAMBLEA VECINAL Y RECLAMOS

Como en diversos barrios de la Región, tras el último incidente los damnificados decidieron que lo mejor era tomar cartas en el asunto y comenzaron a contactarse entre ellos.

De esa forma, planifican llevar adelante una asamblea vecinal en los próximos días para “armar una serie de reclamos, no sólo de seguridad, también de infraestructura e iluminación” con el objetivo de “mejorar las condiciones de los que vivimos acá”, manifestaron.

“Todas las denuncias de cada uno de los siniestros las hicimos en la Comisaría Segunda de Berisso y también aportamos lo que sabemos”, destacaron. Es que, según afirmaron, “nosotros sabemos por dónde viene la mano”.

Con todo, en el barrio hablan de “miedo y amenazas”, que proliferan ante “la falta de patrulleros y presencia policial”.