Juan Alberto Cadario

A los 90 años, falleció Juan Alberto Cadario, arquitecto destacado por los diseños de numerosas propiedades particulares de la Ciudad como así también por haber sido el autor de las maquetas de importantes edificios públicos de esta capital provincial.

Profesional detallista, riguroso, de reconocido talento y exigente para el logro de los resultados, el arquitecto nacido en Entre Ríos que adoptó a La Plata para formarse, fundar una familia y desarrollar su carrera, dejó una huella imborrable en la memoria de su entorno más íntimo y en los círculos sociales de los que solía participar.

Había nacido el 1º de junio de 1929 en Gualeguay. Hijo menor de un matrimonio de comerciantes radicado en esa ciudad ribereña -Juan Luis y Ubidelmina- tuvo una hermana, Nilda. Al concluir los estudios secundarios cumplió con los dos años de rigor del servicio militar en un cuartel de Bahía Blanca.

Llegó a La Plata como otros tantos jóvenes del interior del país, para seguir una carrera universitaria. Se inscribió en la facultad de Ingeniería de la UNLP y cursó Arquitectura, cuando esa disciplina no contaba todavía con una unidad académica propia. Integró la primera camada de egresados que obtuvo su título en lo que hoy es la FAU.

Tuvo un primer empleo en el ministerio de Obras Públicas, donde se inició como dibujante de planos y culminó con el cargo de director del área de Arquitectura de la Provincia.

Pero la actividad más sobresaliente la desarrolló como arquitecto independiente. Se asoció al ingeniero Rodolfo Gando y desde ese emprendimiento plasmó distintos proyectos inmobiliarios, tanto que muchas viviendas de la Ciudad mantienen aún la firma de ambos profesionales en su fachada.

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Efemérides

Ya más acá en el tiempo, retirado del ejercicio de la arquitectura, se volcó a la confección de maquetas, una tarea que lo apasionó. Lo que comenzó como un hobby, con una factura de exquisita calidad artesanal, terminó en lo más alto de la escala de las grandes obras, pues entre otras reproducciones fueron suyas la del Teatro Argentino y la del Estadio Único.

Se había casado con Isabel Mairal y fue padre de tres hijos: María Laura, Leticia y Juan Pablo. Tuvo seis nietos y dos bisnietos.

Crecer junto al río le dio una perspectiva de vida singular. Socio del Club Regatas, fue un ferviente aficionado a la náutica y consiguió contagiar a su hijo de ese mismo entusiasmo, tanto que Juan Pablo se convirtió en una figura del yachting mundial.