Un derecho que Argentina reconoce pero no cumple

Por ELENA DAL BO (*)

Asociación Azul

Si bien el deficiente sistema asistencial de la Provincia confunde al acompañante terapéutico con el asistente personal, se trata de dos figuras distintas. Mientras que el primero es un agente que trabaja dentro de un equipo de salud bajo la supervisión de un médico o un psicólogo, el asistente personal asiste a la persona con discapacidad, respondiendo a sus propias necesidades y formas para que pueda hacer su vida de la manera más independiente que le sea posible fuera de una institución.

Ya se trate de acompañamiento a asistencia personal, entre las personas que requieren estos servicios hay muchas que directamente no pueden vivir sin ellos porque los necesitan tanto para asegurar su alimentación y su higiene elemental como para poder levantarse de la cama, moverse o incluso no morir ahogadas si se atragantan o tienen un ataque de tos. Por eso es que están considerando un derecho esencial.

El hecho es que si bien nuestro país reconoce por un lado este derecho, dándole jerarquía constitucional a la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad, por el otro no cumple ni hace cumplir en la práctica esos servicios que les garantizan a las personas con discapacidad la posibilidad de vivir en comunidad.

En el caso de IOMA, el problema se da porque la obra social demora en general un par de meses en aprobar el trámite de prestación y otro tanto en comenzar a pagar. Es así que los asistentes y acompañantes que prestan el servicio pasan un largo tiempo sin cobrar. Esto resulta muy problemático porque se trata de servicios que no pueden ser demorados ni interrumpidos, ya que no sólo implican a veces un riesgo de vida sino que además favorecen las internaciones, que es lo que debemos evitar.

La Asociación Azul tiene una demanda judicial contra IOMA por la prestación de la asistencia personal y presentó además ante la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para que regule este servicio, el cual fue aprobado ya por la Comisión de Discapacidad y esperamos que sea tratado ahora por la de Salud.

(*) Miembro del Consejo de Inclusión Internacional