No ceden los ataques tipo “escruche” cometidos por menores en comercios

“ En seis meses que llevamos abiertos, ya nos entraron a robar dos veces de la misma forma”

Pedro, Encargado de Atalaya

“Por suerte entraron y salieron rápido. Nos sale más caro arreglar la puerta que reponer lo robado

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Leandro Giambruni, Dueño del Instituto Oftalmológico

Escruches y vandalismo. Dos situaciones que afectan a diversos comercios del casco urbano platense, con costos más altos por los daños materiales que generan los delincuentes al forzar su ingreso, que por el valor del botín con el que huyen. Como a comienzos de este año y a mediados de 2018, sectores específicos de la Ciudad se convirtieron en el último tiempo en escenarios de delitos que ocurren por la noche y algunas veces también a plena luz del día, y que tienen como protagonistas a menores de edad.

“Saben que son impunes y que en una hora se van caminando de la comisaría”, aseguran dueños y empleados de los negocios afectados con enojo.

El año pasado, la escalada de delitos motivó un pedido de la Federación Empresaria de La Plata hacia los funcionarios y las fuerzas policiales, que tuvo como resultado varias reuniones para tratar el fenómeno que se intensificó en distintas manzanas del centro de la Ciudad.

ROMPEN, ROBAN Y HUYEN

Entre la madrugada del domingo y la del lunes, al menos cinco locales de distintos rubros fueron objetivo de los ladrones. Y, en todos los casos, la modalidad fue la misma: una puerta o ventana rota y luego un camino directo hacia la caja registradora.

Leandro Giambruni (36), propietario del Instituto Oftalmológico Platense ubicado en 2 entre 44 y 45, se sorprendió cuando a las 4 de la mañana de ayer lo llamaron desde el servicio de alarmas para avisarle que “la puerta de entrada estaba abierta”.

Para lograr entrar, violentaron la abertura principal. “Forzaron la falleba -a pesar de que estaba clavada- y rompieron el vidrio”, le explicó el médico a este medio.

Una vez dentro, no perdieron el tiempo. Según refirió el damnificado, “por suerte entraron y salieron rápido, porque fueron directo a la caja chica que es donde guardamos el cambio para arrancar el día”.

En ese sentido, señaló que “acá en el Instituto no se maneja mucho efectivo, los clientes pagan mayormente con tarjeta. Por eso no había mucho, algo de 1.500 pesos”.

Además de la alarma monitoreada, en el lugar tienen cámaras de vigilancia.

Sin embargo, ninguno de los dispositivos de seguridad amilanó a los delincuentes. “Es la primera vez que nos pasa, esta suele ser una zona muy tranquila. Espero que no se vuelva algo recurrente”, manifestó Giambruni.

Una maniobra “calcada” se registró en la panadería y confitería “Atalaya”, de 122 y diagonal 74. Aunque, a diferencia del centro médico, con apenas seis meses funcionando allí ya tienen experiencia de sobra con los escruches.

Los robos duran apenas segundos y el botín no suele superar los 1.500 pesos

Según lo relatado por Pedro (40), uno de los encargados del comercio, ya tuvieron que modificar algunos hábitos y tomar medidas para evitar ser blanco de un nuevo hecho delictivo.

Esta vez se trató de tres sujetos, en apariencia menores de edad, quienes rompieron uno de los ventanales del establecimiento que, para el vendedor, se ubica “en una posición estratégica”. En ese sentido, indicó que “la parte exacta por la que se metieron está ‘oculta’, porque justo la tapa la garita de colectivos. Es el mismo lugar por el cual nos entraron la última vez”.

Ese episodio al que hizo referencia Pedro ocurrió un mes atrás y tuvo las mismas características. Después de ese incidente, comenzaron las obras -que todavía no pudieron terminar- para colocar persianas metálicas. Además, los obligó a no cerrar más las registradoras con llave para evitar “que nos causen un daño mayor rompiéndolas, porque plata siempre dejamos poca”, aclaró.

Las cámaras también grabaron toda la secuencia del robo más reciente. En las imágenes se ve cómo rompieron el vidrio, en principio con patadas, hasta que uno de los malvivientes recogió un pedazo de baldosa y lo arrojó contra la vidriera, mientras otro de ellos con un palo “le dio forma” a la rotura.

“Por el tamaño del agujero que hicieron pensamos se trataba de un chico de unos 10 años, pero en el video se ve que es un joven alto, que medía como dos metros, y flaco”, que se introdujo a toda velocidad y, tras saltar el mostrador, “manoteó lo que dejamos de cambio chico”, reveló Pedro. Esa suma no superaría los 1.200 pesos, determinó el responsable del negocio.

“En el primer robo tardaron 30 segundos, en este apenas 20”, agregó. Y lamentó que, al igual que en el Instituto Oftalmológico, “nos salió más caro arreglar la ventana que reponer el dinero que se llevaron”.

Asimismo, desconocidos dieron un golpe utilizando una técnica idéntica en un local de Movistar, emplazado en 8 entre 46 y 47, en pleno centro y a la luz del día. Es que el escruche tuvo lugar en la tarde del domingo, cuando una banda de adolescentes hizo estallar la vidriera y hurtó todos los teléfonos de muestra exhibidos.

Cabe recordar que el sábado, dos menores de 13 y años destrozaron vidrios de una concesionaria de autos del barrio norte platense, con evidentes intenciones de robo, y fueron aprehendidos por personal de la comisaría Segunda. Voceros policiales indicaron que el frustrado escruche se produjo en la agencia de automóviles Honda situada en 7 entre 35 y 36, un rato antes de las cinco de la mañana.

El alerta fue realizado por los propios vecinos que escucharon el estruendo y llamaron al 911. Luego de un operativo, los sospechosos quedaron a disposición de la Justicia, pero por su edad, los dos son inimputables.

escruches “por temporadas”

En muchas zonas de La Plata, desde distintos foros de seguridad consultados por este diario se asocia el verano con un incremento de los escruches en las casas particulares. En muchos comercios, donde los dueños se toman vacaciones, la situación se replica. Habida cuenta la gran cantidad de este tipo de episodios delictivos que se registró en el último tiempo, ahora pareciera que se adelantaron las vacaciones de invierno para los ladrones. Es que, a los ya mencionados, se le agrega la seguidilla de golpes en las concesionarias de Tolosa y Ringuelet informadas por este medio, con no menos de siete incidentes en menos de un mes.