El Grupo de Lima ratificó su respaldo a Guaidó

Los cancilleres de los países integrantes del Grupo de Lima, la instancia multilateral que presiona al gobierno venezolano de Nicolás Maduro en busca de una solución a la crisis política, dieron inicio hoy a la XV reunión en el Palacio San Martín.

A su vez, resolvieron hoy remitir a la Corte Penal Internacional el Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.

Presidida por el canciller argentino, Jorge Faurie, y su homólogo peruano, Néstor Popolizio, el encuentro que tiene por objetivo "continuar coordinando esfuerzos para la recuperación de la democracia en Venezuela", comenzó a las 9.30 con los discursos del anfitrión y el ministro peruano.

Se trata del primer encuentro del Grupo luego de que el 5 de julio se conoció el informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en el que se instó a Caracas a acabar con "las graves vulneraciones de derechos" en el país.

En el discurso inaugural, Faurie aludió al informe, resaltó la gravedad de la crisis e insistió en la necesidad de encontrar soluciones a lo que calificó como "sin duda el episodio más traumático de la institucionalidad y la paz en nuestra región de las últimas décadas".

"Mientras Venezuela viva su dictadura, todas las democracias de la región están debilitadas", señaló el canciller argentino.

Luego destacó el liderazgo del Grupo de Lima y su rol en el reconocimiento internacional del presidente encargado, Juan Guaidó, nombrado por la Asamblea Nacional (Parlamento, de mayoría opositora) y reconocido por cerca de 50 países.

También aludió al éxodo masivo de venezolanos (cerca de 4 millones, según estimaciones de la ONU), y la importancia de que las naciones del subcontinente asuman solidariamente la responsabilidad de recibirlos.

Por último, Faurie remarcó que denunció, junto a los miles de venezolanos que se encuentran en Argentina, los "crímenes de lesa humanidad" cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro y que fueron llevados a la Corte Penal Internacional.

Tras los agradecimientos de rigor, el peruano Popolizio revisó luego la actividad del Grupo conformado en Lima en agosto de 2017, y su gravitación en la agenda latinoamericana, además de destacar las denuncias realizadas por el "quiebre de la institucionalidad democrática" y la "urgencia de resolver la crisis humanitaria" en el país caribeño. 

Clamó por el apoyo y la cooperación internacional "eficiente y efectiva" para abordar la crisis y reafirmó el respaldo del Grupo a la Asamblea Nacional venezolana y subrayó que el proceso que conduzca a una solución debe ser político, pacífico y democrático.

Popolizio aludió a iniciativas paralelas en pos de la solución a la crisis venezolana, entre ellas el "Grupo Internacional de Contacto", compuesto por países de Europa y América, y el "Proceso de Oslo", mediada por Noruega, que inicia pronto su V y VI sesión en Barbados.

El gobierno peruano recibió el encargo del Grupo de Lima de organizar una "Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela" que contribuya a crear un clima internacional "que favoreza un derrotero de solución", dijo.

Por último, hubo una breve videoconferencia con Guaidó quien agradeció a los cancilleres el esfuerzo del Grupo y la solidaridad con los venezolanos llegados a sus países, además de destacar el informe de Bachelet. Un abrupto corte en la señal impidió un diálogo entre el presidente encargado y los cancilleres.

Antes de la reunión, la representante en la Argentina de Guaidó, Elisa Trotta, declaró en charla con Télam que el Grupo "es una parte fundamental en la recuperación de la democracia en Venezuela" y dijo que para conseguir eso "la ruta es clarísima: el cese de la usurpación, la celebración de elecciones libres y la conformación de un gobierno de transición".