Abuelos repartidos entre los nietos y la propia actividad

Hoy que la expectativa de vida creció, los adultos mayores llegan a esa etapa más activos y, paralelamente, cuando son abuelos, con una mayor exigencia relacionada con el cuidado de los nietos. Aunque siempre se trata de situaciones variables, que cambian de persona a persona, el escenario planteado alcanza para que haya un amplio debate a nivel internacional sobre el rol del abuelo y la forma de ejercerlo de una manera saludable, enriquecedora y sin sobreexigencias.

En ese marco, un estudio realizado en España y difundido recientemente indicaba que el 73% de los adultos mayores que son abuelos, cuidan de sus nietos. Otro estudio, realizado y difundido en Alemania este año, indica que el 37% los adultos mayores que son abuelos y cuidan a sus nietos viven más que los que no lo hacen.

De la mano de estas situaciones, los especialistas ponen en debate el rol de abuelo y ese debate está vigente en numerosos ámbitos donde los mayores son protagonistas. Lo que se discute es la búsqueda de un equilibrio para que el cuidado de los nietos -en momentos en que en la mayoría de los matrimonios los dos integrantes trabajan- no impida otras actividades de los adultos mayores.

Según relata Rodolfo Iuliano, director del Pepam (Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores dependiente de la Universidad de La Plata), “lo que vemos en el Pepam es el otro lado del cuidado de los nietos, que es cuando éste se transforma en un impedimento para que los adultos mayores desarrollen sus propias actividades. Creo que es un momento en que el rol del abuelo está en debate y que hace falta mucha negociación entre padres y abuelos para que la ocupación de cuidar a los nietos no se transforme en algo abusivo para la persona mayor”, afirma Iuliano.

Para Silvia Gascón, presidenta de la Red Mayor, “en general la mayoría de los abuelos están más felices por cuidar a sus nietos, aunque eso no se puede generalizar. También hay que evitar que el cuidado de los nietos se convierta en una situación abusiva. Para eso es importante que haya una reciprocidad entre el cuidador y la contraparte. Esto sucede generalmente con los nietos, pero los problemas a veces surgen con los hijos. Actitudes como tocar la bocina y dejar a los chicos sin acercarse a saludar o llevar a los chicos para que el adulto mayor los cuide sin avisar con antelación, son negativas. Lo que se requiere es una actitud considerada por parte de los hijos. Que organicen con los abuelos el cuidado de los nietos con tiempo y que siempre agradezcan”.

Por otro lado Gascón destaca el peso de los nuevos modelos familiares que hacen que hoy aparezcan nuevos abuelos (los padres de la nueva pareja del hijo, las nuevas parejas de los propios abuelos) que son asimilados sin que se hagan diferencias.

En todo caso, dice Gascón, hay que dejar en claro que el de abuelo es un rol y que no es correcto emplear ese término con todas las personas mayores.