El juego de la isla que reparte una fortuna

En una partida de Fornite, el jugador dirige a un personaje en una isla en la que confronta a los demás, y el ganador es el último superviviente. A medida que avanza la partida, el perímetro de juego se va reduciendo para acelerar el desenlace, y cada jugador puede encontrar en la isla armas y materiales de construcción que le permiten levantar estructuras para protegerse ante los ataques de los otros competidores.

Los “gamers” son todos jóvenes y se reunieron en el inmenso estadio Arthur Ashe de Flushing, Queens, donde se juega cada año el US Open de tenis, transformado para esta ocasión. Muchos de ellos, ahora son millonarios gracias a sus habilidades para jugar a este juego.

El inglés Mongraal, el belga DRG o el francés Snayzy, clasificados para la final, son aún menores de edad pero ya famosos en el mundo de los videojuegos, la mayoría de ellos por su seudónimo de jugador. También, por supuesto, el argentino “k1nG”.

Incluso antes del inicio del torneo, cada finalista ya había ganado 50.000 dólares como mínimo, aunque todos aspiraban a la victoria final que les garantizara tres millones de dólares, o sea casi tanto como el vencedor del próximo US Open de tenis, que embolsará 3,8 millones de dólares.

En total, para toda la temporada, que incluyó 10 semanas de eliminatorias y la final, Epic Games, el editor de Fortnite, desembolsó 100 millones de dólares. Es, aseguran, una manera de perpetuar el éxito de este juego creado por el estadounidense Darren Sugg a los 41 años, lanzado en julio de 2017.

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