Alerta autos: detectan un incremento en los robos a mano armada que dejan a pie

Un Peugeot, un Suzuki Fun, un Renault Clío o una Ford F 100 de colección. Todo sirve.

Durante las últimas semanas, en distintos barrios de la Ciudad se encendió la alarma, en casos más de un vez, por la sucesión de robos de autos. En particular, en situaciones donde las víctimas fueron despojadas de su vehículo mientras estaban subiendo, bajando o bien al volante, estacionando.

La situación, que se repitió en los testimonios de varias víctimas que hablaron con este diario, quedó expuesta también en un caso reflejado ayer, que tenía un detalle asombroso para los vecinos de Tolosa.

En la cuadra de 530 entre 117 y 118, alrededor de las 8.30 un hombre de 58 años fue atacado con violencia por un grupo de ladrones mientras paseaba al perro. Unos 40 minutos después, en la misma cuadra, sufrió el delito en carne propia el propietario de un Peugeot gris. Arma en mano un ladrón lo alejó del vehículo, subió y escapó con al menos otros dos ladrones.

La policía salió a buscar a los ladrones, que abandonaron el auto en El Mercadito y escaparon corriendo sin que la ley pudiera alcanzarlos.

Al Conurbano, al norte

Ese enclave, entre Tolosa y Ringuelet es clave, según contó ayer un investigador de la Región especializado en este tipo de delitos: “levanta autos gente que opera desde El Mercadito. Los latean y luego los sacan de la zona. Uno de los destinos es la zona sur del Conurbano, donde pueden hacer trabajar al vehículo como remís trucho. Si no lo llevan a alguna provincia del norte”, indicó el pesquisa y añadió que “los autos más viejos los cortan para el mercado negro de autopartes”

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El “lateo” consiste en la colocación de una patente trucha o de otro auto. Se realiza en puestos que tienen algunas de las células de ladrones que alimentan el negocio.

El esquema, según la fuente, presenta una demanda concentrada y varios oferentes de vehículos robados.

Del Renault Clío 2016 de Sofía nada se sabe desde el sábado 22 de julio. Eran las 23.30 cuando paró en 15 entre 33 y 34 para que suba un amigo. La joven, empleada de una financiera y estudiante de instrumentación quirúrgica quedó dañada desde aquel día, con “ataques de pánico” que requieren tratamiento médico y atraso en sus estudios.

“Desde adentro del auto le mandó un mensaje pidiendo que abriera porque estaba en la puerta. Bajó y cuando está llegando a la casa, ve venir a un muchacho caminando. En menos de 5 minutos le apuntó con un arma y le pidió la llave del auto. Se fue y volvió para exigirle la cartera”, contó Viviana, la madre de la víctima.

“Justo salía el amigo y ella le dijo que no se moviera, que el ladrón estaba armado”, añadió la mujer. El delincuente, quien vestía un buzo con capucha, subió al auto y escapó con la alarma del vehículo sonando.

La chica no logra olvidar el revólver apuntándole en tres ocasiones, durante esos minutos de terror.

En la otra punta del casco, en el inicio del fin de semana extra largo del 9 de julio, Soledad Fumagalli estacionaba en 65 entre 1 y diagonal 73. La estaban observando.

“Cuando bajaba del auto vi a dos tipos en una moto. El que iba atrás bajó y quiso agarrarme, pero me corrí y le tiré la mochila, pensando en que era un robo. Me pidió las llaves del auto y se las tiré. El que había bajado las agarró, se subió al auto y se lo llevó. El de la moto agarró la mochila y también se fue”.

El bolso apareció luego en la ruta 11, al sur de la Ciudad. La encontraron obreros que estaban asfaltando. Del Suzuki nada se sabe.

“A la vuelta del lugar donde me robaron, ese fin de semana le pasó lo mismo a otra chica”, lamentó Fumagalli.

La mujer contó que reside en la zona, a pocas cuadras del lugar donde fue asaltada, frente a la casa de una amiga.

En las compañías aseguras con representación en la ciudad, aparecen datos que indicarían un fenómeno dentro del mundo del delito.

“Lo que estamos viendo es que creció el robo de autos o camionetas en asaltos a mano a armada”, indicó un referente de una de las firmas.

Otra fuente del sector analizó ese fenómeno como producto de los avances de la tecnología. “Van contra los autos con los conductores porque está el tema de las llaves codificadas. De esa forma simplifican su trabajo”.

También se llevaron varias camionetas de modelos antiguos durante las últimas semanas. “La estacioné a las 18.30 en 529 entre 7 y 8. Cuando salí a las 3 de la mañana, ya no estaba”, contó Claudio propietario hasta entonces de una Ford F 100 modelo 1981, en impecables condiciones . “Buscando mi camioneta supe que robaron otra igual en 69 entre 120 y 121, una un poco más nueva en Parque Castelli y otra en 39 y diagonal 73”, contó.