Nacidas para reinar

Un libro indispensable para quienes se interesan en el mundo de las monarquías es Nacidas para Reinar, de Julia P. Gelardi. En él se hace una semblanza de las nietas de la reina Victoria de Inglaterra que llegaron a ser reinas. Pues Gilardi bien podría escribir una segunda parte con la historia de seis niñas que, si la naturaleza sigue su curso y no hay tragedias ni revoluciones, reinarán en Europa en la segunda mitad de este siglo. Pero con una gran diferencia: las protagonistas del libro accedieron al trono por matrimonio; fueron, en realidad, reinas consortes sin más obligación que dar hijos sanos al reino, inaugurar pabellones y aguantar las infidelidades de sus maridos, los reyes. En cambio, las protagonistas de esta nota serán jefas de estado de sus respectivos países y deberán cumplir con el rol que les asigna la constitución. Aunque reinas por derecho propio hay y hubo muchas, lo curioso es que hoy en seis de las diez monarquías europeas, la heredera al trono es una mujer. Es un porcentaje inusual que se da por primera vez en la historia de las casas reales y que se debe a los caprichos de la genética y a la derogación de las leyes que prohibían o limitaban el acceso de las mujeres al trono.

Pero ¿quiénes son esas chicas poderosas, nacidas para reinar?

La princesa Isabel será la primera reina de Bélgica por derecho propio. Tiene 17 años y es la hija del rey Felipe y su esposa, Matilde. Es, desde 2013 en que su padre asumió el trono, duquesa de Brabante, título asociado al hijo mayor y heredero de la corona, sin importar de que sexo sea.

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Isabel ha recibido una educación exquisita. Actualmente está completando sus estudios secundarios en Gales. Según cuentan sus padres, practica tenis, esquí y buceo, toca el piano y valora mucho la amistad. Ya a los 12 años dio su primer discurso y el año pasado realizó su primer viaje a África con fines humanitarios. Todo un detalle si tenemos en cuenta que su antepasado, el rey Leopoldo II, fue quien produjo en ese continente una de las más terribles explotaciones y exterminaciones de esclavos de las que se tenga memoria.

Catherina-Amalia Beatriz Carmen Victoria, de 15 años, es la hija mayor de Máxima y Guillermo Alejandro, reyes de Holanda. Es, tal vez, quien ha tenido una de las infancias más protegidas de la realeza. La hemos visto crecer (¡y mucho! ya que está más alta que su madre) en apenas una o dos fotografías anuales. Y es que en Holanda está estrictamente prohibido sacar y difundir fotos a la familia real salvo en actos oficiales o posados previamente estipulados. Sus padres han decido preservarla para que tenga una infancia lo más normal posible. Ya con la llegada de la adolescencia la hemos visto, desenvuelta y segura de sí misma, contar a los periodistas que siente una mezcla de orgullo y agobio frente a las responsabilidades que le esperan. Habla varios idiomas y ha estudiado chino y latín, le apasiona la fotografía y ha escrito una obra de teatro.

Cuando Amalia sea coronada, los holandeses sentirán que, luego del reinado de un hombre (el actual rey Guillermo Alejandro) todo “vuelve a la normalidad”. Después de todo, desde 1890 hasta 2013 en Holanda solo reinaron mujeres.

En Noruega aún reina el octogenario rey Harald. Se especula que más temprano que tarde abdicará a favor de su hijo Haakon. Así es como la simpatiquísima Ingrid Alejandra, su hija mayor, se convertirá en heredera al trono. Ya antes de cumplir 10 años acompañaba a su padre y a su abuelo a los actos oficiales y dijo, con bastante desparpajo, su primer discurso. En 2014 asistió a un acto en el Parlamento noruego y fue la encargada de encender la llama olímpica de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2016. Quedó demostrado que no tiene ningún reparo en ocultar sus emociones cuando hace unos años se saltó el protocolo y se coló por entre las piernas de su madre para abrazar a sus abuelos, el rey y la reina, que ingresaban, solemnes a un acto oficial.

Suecia tiene un largo futuro en femenino… Al actual monarca, Carlos Gustavo, le sucederá la princesa Victoria, de 42 años. Cuando Victoria nació, aún existía en Suecia la ley semisálica que establecía que una mujer era heredera del trono siempre y cuando no tuviera hermanos varones. El gobierno estaba tratando de derogar esta ley por considerarla discriminatoria cuando en 1979 nació Carlos Felipe y desplazó a su hermana. Pero, finalmente y a pesar de la oposición del rey, la ley se reformó con retroactividad y se nombró a Victoria como princesa heredera. De bien que hicieron porque los suecos adoran a su princesa, a la que suelen ver paseando por los parques de Estocolmo. El poder femenino no termina en Victoria. A ella les sucederá Estelle, una adorable chiquilla de 7 años quien, desde su nacimiento, ha acompañado a su madre a los actos oficiales. Como un juego, ha aprendido a quedarse sentada en los momentos solemnes y a corretear por el jardín en las festividades. Siempre sonriendo para delicia de los reporteros gráficos que saben que con Estelle, todas las fotos son para portada.

En España también el trono será ocupado por una mujer: Leonor, princesa de Asturias, será quien suceda a su padre, el actual rey Felipe VI. La diferencia con otros países, es que en España aún rige la ley semisálica o sea que, en caso de que los reyes tengan un hijo un varón, Leonor perderá su condición de heredera. Es una ley que quedó fuera de tiempo, ellos lo saben. Pero una reforma de la Constitución sería reavivar la discusión sobre la validez del sistema monárquico, un tema que ni la Casa Real ni la clase política están dispuestos a afrontar en estos momentos. A tal punto quiso el rey cortar de cuajo la polémica que la segunda vez que Letizia quedó embarazada se anunció casi al mismo tiempo el embarazo, el sexo de la criatura y que con esta nueva niña “cerraban la fábrica”.

Leonor es una niña preciosa de 13 años que poco a poco se va incorporando a las responsabilidades de su rango. Ya ha recibido el Toisón de Oro, la máxima distinción que otorga la Corona, y ha dicho su primer discurso. Habla un perfecto inglés pero también está aprendiendo las lenguas regionales españolas y árabe, idioma que le será bastante útil dado el gran comercio existente entre España y Medio Oriente. La prensa rosa hizo algunos comentarios irónicos cuando trascendió que la niña, de 11 años en ese entonces, veía cine de autor y que su favorito era el director japonés Kurosawa. Raro pero posible: sus padres son grandes cinéfilos.

Por último, la más pequeña: la princesa Amalia de Luxemburgo. Aunque es la tercera en la línea de sucesión al trono, tiene grandes posibilidades de reinar algún día. Su abuelo Enrique, de 64 años, es hoy el titular del trono. Algún día le sucederá su hijo Guillermo que, aunque casado hace varios años, aún no tiene hijos. Si esta situación no se revierte, a Guillermo lo sucederá su hermano Félix y a éste Amalia, su hija mayor, que hoy tiene 5 años. La hemos visto participar en la Fiesta Nacional junto a sus padres, pero por ahora, llevan una vida retirada y el tiempo dirá como se escribe la historia de la princesita.

Los “colegas” varones que, previsiblemente, serán contemporáneos de estas reinas son Cristian en Dinamarca, Jorge en Inglaterra, Jaime en Mónaco y José en el pequeño principado de Liechtenstein. Eso sí, nuestras princesas no podrán elegirlos como marido ya que, si lo hacen, deberán renunciar al trono de sus respectivos países.

Faltan aún muchos años de aprendizaje y vivencias para las protagonistas de esta nota. Pero sin duda seguiremos cada uno de sus pasos, conoceremos de ellas amores y desamores, traspiés, renuncias y logros. Y, tal vez, algún día, veremos brillar en el trono a estas reinas del siglo XXI.