Francisco José Unchalo

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El fallecimiento del doctor Francisco José Unchalo provocó muestras de profundo pesar en diferentes ámbitos profesionales y sociales de la Región. Una destacada trayectoria que despertó la admiración de colegas y numerosas muestras de afecto de quienes fueron sus pacientes, dejó marcado el rumbo para distintas generaciones que se formaron como profesionales en la especialidad de diagnósticos por imágenes.

Había nacido el 11 de agosto de 1938, en La Plata. Sus padres fueron Francisco Unchalo (médico) y Gloria A. Maliandi (concertista), quienes les transmitieron a él y a su hermana Ana María (escribana) valores basados en el esfuerzo para conseguir los objetivos.

Hizo los estudios primarios en el colegio Monseñor Rasore y la secundaria en el colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata, donde egresó a los 16 años.

Hijo y nieto de médicos, Unchalo realizó la carrera de Medicina en la facultad de la UNLP, donde se graduó a los 22 años. Todo un vanguardista desde temprana edad.

Se especializó en el área de pediatría, fundamentalmente en diagnósticos por imágenes.

Desarrolló su carrera como docente en diferentes cátedras de la facultad de Medicina local. Fue consultor especialista en diagnóstico por imagen en el colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires. También ejerció como docente en la escuela de Oncología de la provincia de Buenos Aires de la fundación José María Mainetti y ocupó el cargo de director del Hospital de Niños Sor María Ludovica. En este centro de salud de referencia de la Provincia y el país, además ejerció como jefe de servicio de Radiología.

Su trayectoria profesional también contempló la coordinación del área de imágenes del Hospital de pediatría Garrahan y director de la carrera de posgrado de especialista en diagnóstico por imágenes en pediatría del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas de la fundación Favaloro.

En su extensa trayectoria profesional desarrolló un trato humano, constante y responsable con sus pacientes, alumnos y colegas, lo que la valió numerosos reconocimientos.

Se casó con María Cristina Sureda, con quien tuvo tres hijos: Leonardo, Diego y Marina. Y siete nietos. Todos recuerdan sus muestras y gestos de amor y dedicación, enseñando con el ejemplo.

Le gustaba viajar por el mundo, capacitarse permanentemente en el área de tecnología digital, y siempre pensaba en generar distintos emprendimientos profesionales y académicos.

 

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