Los ambulantes se desplazaron a otros sectores: IOMA, hospitales y 7 de 43 a 38
Edición Impresa | 7 de Agosto de 2019 | 02:54

La venta ambulante se mudó a la zona de avenida 7 de plaza Italia a plaza Olazabal. En ese tramo se puede observar a un grupo de manteros que se acomoda ofreciendo ropa, calzado y accesorios. Del otro lado de 7, entre las plazas Italia y San Martín, el número se redujo notablemente y prácticamente la “oferta” ambulante se redujo a un puñado de manteros. Tras los distintos operativos que se realizaron en las últimas semanas, los ambulantes se desplazaron hacia otras zonas.
Ayer, sólo se observaba un par de manteros ofreciendo alfombras para pie de cama y el baño en 7 y 45.
Aunque la fisonomía de las veredas del centro cambió sustancialmente, aún quedan algunos puntos donde persiste la venta ilegal.
Como se dijo, en 7 entre 41 y 42, donde está IOMA, una familia puso una manta sobre el piso y ofrece numerosos productos, fundamentalmente calzado, pantalones, remeras, algún abrigo y mochilas.
En tanto, a lo largo de la avenida 7 de 43 a 39 se pudo observar a un reducido grupo de senegaleses que venden lentes, medias, gorros y bijouterie.
En el ministerio de Economía provincial, se pudo ver otro grupo de senegaleses ofreciendo en tres paneles chicos distintos anteojos y medias, sin mantas en el piso.
A unas cuadras de distancia, entre 47 y 48, se vio a un vendedor ambulante con un puesto de golosinas con chocolates, alfajores y galletitas de marcas conocidas y otras no tanto.
A lo largo de la avenida 7 se pudo ver a algunos vendedores de sánguches de milanesas, especiales de jamón y quesos, empanadas, roscas y panes saborizados.
Otros lugares donde se vieron vendedores ambulantes fueron la sede de IOMA de 46 entre 12 y 13; en Ipensa (59 entre 3 y 4); y los alrededores del Hospital San Martín, fundamentalmente sobre la avenida entre 69 y 71.
Según informó la Municipalidad, “como resultado de los constantes operativos de control de la Municipalidad de La Plata contra la venta ilegal en la ciudad, así como del trabajo que lleva adelante para formalizar la actividad de los ‘manteros’ e insertarlos en un contexto laboral adecuado y fiel a la normativa vigente, se incrementó la cantidad de vendedores ambulantes interesados en participar del centro comercial de 80 y 134 y disminuyó la presencia de aquellos que venían de otros municipios a vender a la ciudad”.
OTRA FISONOMÍA EN EL CENTRO
Al menos ayer, en un recorrido realizado por este diario, se pudo observar que prácticamente no había venta ambulante en todo el corredor comercial de calle 12 de 64 a 54; en la calle 8 de 45 a 51; en 7 desde 54 a 47; y en diagonal 80 de la Estación de trenes hasta plaza San Martín.
También se acentuó en los centros comerciales antes mencionados la presencia policial y de inspectores municipales, quienes apostaron guardias en la mayoría de las calles asignadas.
Al respecto, el secretario de Producción del Municipio, Rogelio Blesa, detalló: “De los 50 puestos que están instalados desde su inauguración, hoy son 100 los vendedores ambulantes que dejaron la vía pública para establecerse formalmente en este centro comercial”.
También destacó el funcionario que “a partir de los operativos para disuadir la instalación de manteros en el espacio público, se ha desalentado notablemente el arribo de aquellos vendedores ambulantes provenientes de otros municipios que se instalaban en el espacio público de la ciudad”.
En tanto, “La estadía en el predio, que convoca más de 6 mil personas por fin de semana, les garantiza a los vendedores mejores condiciones de trabajo y un ambiente adecuado para ellos y atractivo para el público consumidor”, señaló el funcionario, y agregó: “Con el fin de seguir sumando puestos, estamos a disposición para que se acerquen, nos consulten, evacuen sus dudas y se anoten en el registro”.
El espacio de 80 y 134 fue impulsado tras un consenso entre la Municipalidad y la Asociación de Vendedores Ambulantes para que los manteros se retiren de la vía pública y desarrollen su actividad cumpliendo con la normativa vigente, tiene capacidad para 800 puestos; 400 de los cuales están destinados a feriantes locales que estén inscriptos en el registro municipal.
Uno de los comerciantes de calle 12 consultado por este diario dijo que “espero que esto se mantenga en el tiempo, que no se trate de algo momentáneo, que forme parte de una medida definitiva que se cumpla más allá de las elecciones. Ver la calle así, despejada de la venta ilegal no es usual. El paso de los días dirá que ocurrirá con esta situación”.
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