Un papelón “gigante” que dejó expuesta a la dirigencia del deporte argentino

Un verdadero papelón fue lo que sucedió con las chicas del seleccionado argentino, ya que no pudieron jugar el partido contra Colombia por la segunda fecha de la fase de grupos de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 como consecuencia de una cuestión de indumentaria.

Increíble, que suceda algo de este tipo en esta época y en un certamen de semejante magnitud, ya que la organización le dio perdido el encuentro (20-0, como indica el reglamento) al equipo nacional, que a raíz del insólito episodio tampoco podrá acceder a pelear por las medallas, ya que en la jornada de apertura cayó ajustadamente contra su par de Estados Unidos 70 a 62.

El hecho de la suspensión de encuentro se encuadró dentro de los términos de “negligencia logística”, ya que ambos equipos tenían indumentaria oscura (en este caso azul), pero a Argentina le hubiese correspondido jugar con la casaca blanca, ya que en el ordenamiento del fixture figuraba como “local”.

Ambos equipos, a propósito, realizaron los ejercicios precompetitivos y hasta se escucharon los himnos respectivos antes del inicio, no pudieron jugar por problemas con la indumentaria, ya que como quedó dicho el seleccionado femenino argentino -denominado Las Gigantes- debía jugar con indumentaria blanca y se presentó con la azul.

El partido estaba programado para las 15:30 -anoche habían perdido ante Estados Unidos-, pero cuando estaba por comenzar el encuentro, fue demorado por inconvenientes en la indumentaria del equipo argentino, que pese a los reclamos nada pudo hacer.

Tras unos minutos de espera en el estadio, llegó la ropa alternativa de la selección, pero ya no estaban en la cancha ni los jueces ni el equipo colombiano, mientras la cara de desazón, frustración e impotencia de las chicas era indisimulable.

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Hernán Amaya y Karina Rodríguez, responsables del equipo, presentaron la renuncia

“La ropa de las Gigantes ya está en el estadio desde hace unos minutos. A la espera de la decisión de Panam Sports (que es quien organiza el evento, no corren las reglas de FIBA en esta ocasión). Nada justifica el error cometido, de todos modos”, tuiteó la Confederación Argentina de Básquetbol antes de conocerse el desenlace y haciéndose cargo del papelón que hicieron.

Minutos más tarde, el comité organizador dio a conocer el fallo: Colombia no accedió a jugar el partido, por lo que le dieron por perdido el partido a la selección femenina y de esa forma quedó eliminada de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Tras conocerse la decisión de que le daban el partido perdido, el jefe de equipo Hernán Amaya y la Directora de Desarrollo del básquet femenino, Karina Rodríguez, presentaron la renuncia a sus respectivos cargos.

El propio Amaya en su cuenta de Twitter escribió: “Quiero solamente aclarar que durante todos estos años, la Confederación Argentina de Básquet (CABB) ha trabajado como nunca en apoyo a nuestra actividad. Por primera vez fuimos escuchados, nos permitieron crecer, se apostó y se invirtió en el desarrollo. Que mi error no sirva de argumento erróneo” a lo que agregó que “es uno de los momentos más tristes de mi carrera. Asumo total responsabilidad por lo sucedido. Ya he presentado mi renuncia al cargo”.

Aunque, seguramente, lo que sucedió en Lima -un hecho de tono gravísimo de parte de la dirigencia- será solo el comienzo de un escándalo que en los próximos días seguirá dando que hablar.