San Carlos, en gran reacción, se recuperó y logró un punto de oro

Villa San Carlos se salvó del incendio. En gran reacción, sobre todo en el segundo tiempo, consiguió levantar dos goles abajo, y gracias al empuje del equipo y a la personalidad colectiva, llegó al empate frente a Acassuso (2-2), en un partido vibrante, de ida y vuelta, que se disputó en Ingeniero Maschwitz.

El Celeste se mostró lúcido en el primer cuarto de hora. Bien ordenado, luchador en el medio y punzante arriba. Después, su rendimiento cayó en un pozo, perdió la pelota y Acassuso terminó sacando provecho. Antes de que se cierre el primer capítulo, Franco Torres, aprovechó un descuido en la última línea para marcar el primer gol de la tarde.

El Celeste, en el balance, no había tenido demasiadas chances de peligro, salvo un remate de Alexis Alegre que se fue apenas desviado.

LA GRAN REACCIÓN

Después del descanso, y cuando San Carlos se estaba reacomodando en el terreno de juego, Acassuso volvió a propinarle un derechazo al mentón. Nuevamente Franco Torres, dejaba al Quemero dos goles arriba. Para muchos, complicado de revertir, por cómo se venía dando el partido.

El Flaco Vivaldo se dio cuenta que la solución estaría en el banco. Y comenzó a realizar cambios. Primero, Brian Schmidt, y luego Samuel Portillo. Esas variantes le dieron frescura al equipo, y además, le dieron oxígeno a Alejandro Lugones, que otra vez, fue el punto más alto.

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Precisamente, el ex Gimnasia le puso dramatismo al partido con el descuento, que llegó en el minuto 23, y cuando el Celeste mejor estaba jugando.

Dio toda la sensación de que Acassuso subestimó a su rival, porque con el 2-1 a favor, pensó que la historia estaba sellada. Y que todo estaba resuelto.

Sin embargo, el equipo de Berisso confió en su potencial, ajustó sus marcas, y con el ingreso del paraguayo Portillo, el equipo adquirió otra dinámica.

De a poco, San Carlos se fue arrimando al arco de enfrente, hasta que llegó el penal, que Alexis Alegre se encargó de transformar en el empate definitivo.