Por la devaluación y las restricciones al dólar la actividad inmobiliaria está casi paralizada

Tanto desde las entidades que nuclean a los martilleros como desde las inmobiliarias locales sostienen que las operaciones son escasas. La falta de crédito, la restricción a la compra de más de U$S 10.000 y la gran incertidumbre se traducen en marcas negativas históricas

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Si el mercado inmobiliario ya venía trabajando a cuentagotas, la medida anunciada el último fin de semana por el Banco Central, que restringe la compra de dólares a U$S 10.000, fue como una estocada a la tambaleante actividad. El panorama es cambiante, los martilleros tratan de adecuarse a las nuevas reglas y para vencer la “parálisis” de las ventas, hablan del resurgimiento del “dólar celeste”, de un crecimiento de las permutas y de la rebaja de muchas propiedades en venta.

Aníbal Fortuna, presidente del Colegio de Martilleros de La Plata, reconoce que en el último año y medio la actividad “va muy para abajo”, y ese empujón, que se traduce en pocas ventas, se debe a la falta de crédito, a la caída general de la actividad económica y a las nuevas pautas para el acceso al dólar.

“Yo entiendo que las operaciones que ya estaban pactadas y en las que se pueda demostrar que el dinero se necesita con ese fin, se van a autorizar las operatorias por sumas superiores a los U$S 10.000; de todas maneras, la gente vuelve a sentir temor ante las corridas cambiarias”, dice Fortuna.

El martillero reconoce los problemas del sector, pero mantiene cierto optimismo con relación a la actitud de aquellos que, teniendo algo de dinero, deciden invertir sus reservas en el mercado inmobiliario. “El refugio del ahorro son los ladrillos y los que tienen dólares los hacen valer”, agrega.

La falta de dólares y la necesidad de vender de muchos propietarios también impacta en el valor de las propiedades con la particularidad de que en un contexto donde todo está en alza, hay inmuebles que bajaron entre un 15 y un 20 por ciento.

“Hay una tendencia a la baja que se produce cuando el vendedor, por distintas razones personales, quiere concretar la operación”, apunta Fortuna.

También están las personas que quieren cuidar sus ahorros y lo hacen con inversiones en edificios en construcción porque, si bien los montos se ajustan, las tazas son mas razonables que las variaciones que puede presentar el dólar.

El presidente del Colegio de Martilleros asegura que las últimas medidas cambiarias producen dudas y confusiones en el sector. Con relación al “cepo” que implementó el anterior gobierno, opina que a pesar de esa medida, en 2001 se hacían mas operaciones inmobiliarias que en la actualidad.

Ante la caída de ventas en operaciones que ya estaban pactadas se aclara que diariamente se aborda el precio dólar por lo que está en la jornada y no a futuro. Pero si una venta se estableció con esa divisa a $47 y cotiza a $ 60 se acuerda un valor que achique la diferencia, por ejemplo a $ 50.

En una inmobiliaria cercana a la Plaza Moreno se reconoce que el mercado está prácticamente paralizado, se reciben menos consultas y se cree que continuará así hasta que la divisa estadounidense se estabilice durante varias semanas seguidas.

“Hay propiedades a la venta, pero el problema es la incertidumbre, no se sabe cuál es el valor de las cosas”, indica el martillero consultado.

En suma, cuando se produce la corrida cambiaria hay muchas ventas que no se concretan, pero todo en Argentina es tan veloz que el martillero evalúa que con unas tres semanas de estabilidad del dólar, la gente suele retomar las operaciones.

Algunos intentan las permutas para facilitar la compra / venta. Por caso, algunos martilleros aseguran que tener un monoambiente céntrico es como un cheque al portador que casi cualquier vendedor acepta.

Es que hay muchos matrimonios con hijos grandes que se independizan que intentan un cambio de vida mudándose a una casa mas pequeña y hasta en barrios diferentes al que siempre vivieron. En otros casos hay parejas que viven en un monoambiente que necesitan agregar dormitorios por la llegada de los hijos.

”Nosotros estamos para responder preguntas y quien no puede comprar, alquila, algo que creció bastante”, agrega.

Gisela, al frente de una inmobiliaria de 4 y 41, asegura que “la gente no sabe qué hacer por el revuelo que hay en el país con relación al dólar” y que a eso se le suma la inminencia de las elecciones.

En ese contexto, reconoce que crecieron un poco las permutas, pero lo que prevalece es la expectación y el interés por los alquileres, algo que aumentó en julio y agosto.

En otra inmobiliaria céntrica también se pone el foco en la falta de créditos y en el problema de cambiar un plazo fijo en pesos a dólares cuando el monto supera los U$S 10.000.

“Si el Estado no permite compras superiores a ese monto en dólares, la gente que tiene algún compromiso adquirido se vuelca al dólar paralelo, pero es caro; también están los vendedores que se resignan a bajar el precio de las propiedades entre un 10 o un 15 por ciento para no perder la operación”, dice el profesional consultado.

“Estamos peor que en 2002”

El vicepresidente del Colegio que nuclea a los profesionales inmobiliarios de la provincia de Buenos Aires, José María Sacco, sostiene que “por más buena voluntad que le pongan nuestros asociados, no existe margen para ningún negocio”. Y explica que a la situación ya de por sí difícil antes de las PASO se le suman dificultades por la fuerte apreciación del dólar y las nuevas restricciones cambiarias.

“Antes de las PASO ya estábamos en los mismos niveles de baja actividad que en 2001 y 2002. Después de la devaluación que vivimos los días que siguieron a esas elecciones, y ahora con el nuevo cepo cambiario, estamos peor: lamentablemente seguimos superando marcas históricas pero todas negativas”, expresa Sacco, vicepresidente del colegio profesional que reúne a unos 10.000 propietarios de inmobiliarias de la provincia de Buenos Aires.

El representante sostiene que, en este contexto, “por más buena voluntad que le pongan nuestros asociados, no existe margen para ningún negocio”.

“Solamente en relación a junio de 2018, cuando el dólar estaba a 24 pesos y no existía ninguna restricción para comprar dólares, nuestra caída de actividad en el mismo mes de este año había sido de más del 50 por ciento. ¿Qué puede hacernos esperar que hoy, con un dólar a 60 pesos, restricciones para su compra y un mercado marginal que lo eleva a casi 64 pesos, ese panorama vaya a mejorar en algo?”, se pregunta Sacco.

Desde el colegio provincial se viene denunciando “la falta de instrumentos de financiación; la inviabilidad de los créditos UVA y los efectos que la crisis económica general tiene en prácticamente todos los eslabones de la cadena del negocio inmobiliario”.

“Si bien hay medidas que eximen de las restricciones cambiarias a quienes vayan a comprar una propiedad, la fuerte devaluación vivida hizo repensar a muchos la venta de su propiedad o, en el caso de los compradores, directamente desistir de hacerla. Y el mercado inmobiliario, nos guste o no, se maneja con moneda ‘dura’ que aún está en período de fluctuaciones que no sabemos cuánto va a durar”, indica Sacco.

El referente del negocio inmobiliario agrega que “además de todo esto, la misma falencia central que nos afectaba antes de las PASO, persiste todavía hoy: la falta de crédito, elemento fundamental para la buena salud de nuestra actividad”.

Para concluir, Sacco estima que la devaluación también significará otro “golpe para quienes tienen propiedades en alquiler”.

El dirigente empresario afirma que “en abril el precio del alquiler para una propiedad con valor promedio de 120.000 dólares era 233,05 dólares mensuales y con la devaluación tras las PASO, la pérdida de rentabilidad fue de casi 20 por ciento, con un rédito de 188 dólares”.

29%
se desplomó la compraventa de inmuebles en la Provincia en julio pasado respecto de igual mes de 2018, informó el Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires.
6,5%
cayó la actividad del mercado inmobiliario rural en julio pasado en relación a junio, dentro de una tendencia que se mantiene luego de la realización de las elecciones primarias.
15%
al 20% Son los descuentos que pueden llegar a aceptar, en este escenario de parálisis de la actividad, los propietarios que necesitan concretar la operación de compra venta.

“Hay tendencia a la baja (del precio) cuando el vendedor, por distintas razones, quiere concretar la operación”

Anibal Fortuna, Col. Martilleros de La Plata

“Antes de las PASO ya estábamos en los mismos niveles de baja actividad que tuvimos en 2001 y 2002”

José María Sacco, Col. de Martilleros de la Provincia

 

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