Vuelve “The Deuce”: del barro (y el sexo) al estrellato

“The Deuce” es casi un secreto: infinitamente ignorada por los premios, que nunca nominaron siquiera a la serie de David Simon y George Pelecanos, y con ratings por debajo del punto en Estados Unidos, casi nadie ha visto esta serie casi perfecta, que recorre la explosión de la industria porno desde su epicentro, la Calle 42 de Nueva York, eje del vicio de la ciudad en aquellos días de la década del 70.

Es la historia de siempre para David Simon: “The Wire” es ampliamente considerada como una de las mejores series de la historia, que se adelantó a la Era Dorada de la Televisión por una década, pero nadie la ha visto. Tampoco ha sido demasiado popular “Treme”, otro éxito crítico sin audiencia para Simon y su habitual ladero, Pelecanos.

“The Deuce” cerrará esa trilogía de grandes series ignoradas desde este lunes, cuando estrene el primer episodio de su tercera y última temporada a las 22 por la pantalla de HBO (las dos primeras temporadas pueden verse en HBO Now).

Pero para su tercera parte, la serie de muda de década: ahora estamos en 1985, siete años después de la segunda temporada, en la que Nueva York decidió “limpiar” sus calles y redujo la prostitución en la Calle 42, favoreciendo además el surgimiento de la industria del entretenimiento pornográfico. Simon narró durante dos temporadas cómo toda la industria de la prostitución fue adaptándose, mutando a los nuevos tiempos sin piedad, mudándose al porno. Como siempre en sus historias, los conflictos sociales se encuentran encarnados en un grupo de pequeños personajes que viven las transformaciones en sus vidas, en sus cuerpos y en sus bolsillos.

LA TERCERA TEMPORADA

Ahora, en esta tercera entrega, “The Deuce” cierra el ciclo y muestra la transformación de la pornografía en un sector multimillonario de la cultura norteamericana. De ocho capítulos, esta tercera temporada se lanza al año 1985, época en la que las cintas de VHS superaron a las películas como principal promotor de producción y distribución de la industria pornográfica. Con el fin de las fiestas de los años 70, la Calle 42 en la Ciudad de Nueva York se deterioró y se convirtió en un antro de crímenes violentos y tiendas de videos decadentes. “Siguiendo las vidas entrecruzadas de meseros, prostitutas, policías, mafiosos, actores de porno y productores, esta última temporada lleva a la serie hacia un final dramático”, anuncian desde el canal.

La tercera temporada transcurre en 1985, cuando el VHS se transformó en rey

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Los protagonistas de la serie incluyen a la siempre brillante Maggie Gyllenhall y al ganador del Globo de Oro James Franco. Allí uno de los problemas para la popularidad de la serie: se estrenó en paralelo con dos denuncias de acoso contra Franco (fue acusado por varias mujeres de explotación sexual y comportamiento indebido: según las denuncias, el actor las hacía desnudarse y fingir escenas de sexo que luego no salían en las películas que producía), y Simon decidió continuar con el personaje de todas maneras.

LOS PROBLEMAS

HBO aseguró entonces que, tras contactar con el equipo de “The Deuce”, no encontró ninguna queja o preocupación acerca del comportamiento de Franco.

“Personalmente, sólo puedo hablar con conocimiento de ‘The Deuce’. Me puse en contacto con mis compañeros productores y otros miembros del personal. No tenemos ningún demandante o queja ni somos conscientes de ninguna problema con el señor Franco. Desde nuestra experiencia, él fue completamente profesional como actor, director y productor”, dijo luego Simon.

“Las cosas que he oído que están en Twitter no son precisas, pero apoyo completamente que la gente salga y sea capaz de tener una voz porque no tuvieron una voz durante mucho tiempo. Así que no quiero detenerles de ninguna manera. Es una cosa buena y lo apoyo”, dijo el mismo Franco al respecto.

Franco, en un papel que hubiese recibido todo tipo de galardones si no estuviera “cancelado”, interpreta tanto a Vincent Martino, ahora cansado, preocupado y en busca de una salida, como a su hermano gemelo Frankie Martino, un hombre aparentemente cambiado, casado y con hijos, pero que sigue coqueteando con la autodestrucción. Maggie Gyllenhaal tiene el rol de Candy, una directora de películas que lucha por preservar su integridad artística en una industria que cambia rápidamente.