La peor cara de un duro desafío

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Por: Eduardo Tucci

deportes@eldia.com

La otra cara del Dakar, la de la tragedia, se apoderó de la escena en el tradicional y muy peligroso Rally que reúne cada año a centenares de pilotos que desafían los terrenos más hostiles a bordo de autos, motos, cuatriciclos y camiones. El portugués Paulo Gonçalves, uno de los nombres propios de la carrera, simpático, afable y muy compañero de todos sus colegas de aventura se accidentó en una zona fuera de pistas en la que se circula a la mayor velocidad.

El alerta sobre que algo grave había pasado en la etapa número 7 del desafío más riesgoso del deporte motor lo dieron otros dos pilotos, Stefan Svitko y Toby Price, que se encontraron con Gonçalves en el piso, inconsciente y con un paro respiratorio. El resto: intervención de los servicios de seguridad y de asistencia médica, las tareas infructuosas para reanimarlo y la terrible confirmación de la muerte.

Hacía cinco años que el Dakar no tenía que lamentar la muerte de uno de sus participantes. La anterior tragedia tuvo lugar en 2015 –cuando la carrera se desarrollaba en territorio americano--, y pereció el piloto polaco Michal Hernik por deshidratación. Hasta ahora las estadísticas marcan 30 fallecidos (la mayoría motociclistas) en el historial de la prueba que había tenido su aparición en el escenario de los grandes acontecimientos deportivos en el año 1979.

La “lista negra” del Dakar, además de pilotos, incluye a asistentes técnicos, espectadores y hasta el propio creador de la competencia: en 1986 perdió la vida junto a seis personas más Thierry Sabine, el “alma mater” de la competencia más exigente del mundo.

El motociclista Patrick Dodin fue la primera víctima mortal de la carrera al perder la vida cuando se salió de la pista en Agadés (Niger) y en la nómina hay argentinos como el piloto de motos Jorge Andrés Martínez Boero –apellido muy vinculado al ambiente tuerca argentino por su padre el Gaucho Martínez Boero, figura notable del Turismo Carretera--, que murió en un accidente ocurrido al comienzo de la primera etapa de la edición 2012 que unía las ciudades de Mar del Plata y Santa Rosa.

En cuanto al portugués Goncalvez, corría su decimotercer Dakar y en su haber figura haber sido campeón del Rally Cross Country en 2013. Este año integraba el equipo Hero Motorsport, representante oficial de la fabricante india de motocicletas Hero. Había debutado en el Dakar en 2006 terminando en cuatro ocasiones en el Top 10. Lo mejor fue en 2015 cuando cruzó la bandera a cuadros segundo detrás del laureado Mark Coma.

El piloto, lamentablemente fallecido ayer, veterano de la pistas, era uno de los pocos competidores que podía contar haber corrido el Dakar en moto primero en África, también en Sudamérica y, ahora, en Arabia Saudí.

El séptimo capítulo del rally nos devolvió las peores imágenes del exigente desafío. La tapa de ayer anticipaba una ruta muy rápida entre valles de arena y dunas rumbo al denominado “Cuarto Vacío”, un área de desierto de 650.000 kilómetros cuadrados prácticamente deshabitado. La tragedia volvió a adueñarse de la escena. Lamentable.

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